Al culminar esa evaluación a Empresas Públicas de Medellín (EPM), la Superservicios encontró falencias en el cumplimiento del Convenio Marco de Relaciones entre EPM y el municipio de Medellín, contravenciones regulatorias en la prestación de los servicios a su cargo y fallas en los reportes de información a la entidad, aseguró la Superintendencia en un comunicado.

En cuanto a los hallazgos sobre gobierno corporativo de EPM , la Superintendencia encontró, en el periodo evaluado, que, frente a lo que EPM tiene autorizado estatutariamente, distribuyó desde el 2016 el 55 % de los excedentes financieros anuales, hecho relevante si se tiene en cuenta que la empresa, por regla general, debe distribuir máximo el 30 % de esos excedentes.

Estas distribuciones adicionales, de acuerdo con los estatutos y el Convenio Marco de Relaciones, han sido autorizadas por el Concejo de Medellín, subrayó la Superservicios.

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También advierte que el incumplimiento del Convenio Marco de Relaciones entre EPM y el municipio de Medellínafecta la calificación crediticia y el acceso a ciertos productos financieros como seguros y nuevos créditos, tal como lo reflejan los comentarios de las firmas calificadoras de riesgo”.

Además, se identificó que, en ocasiones, la vinculación del personal no se ciñó a los procedimientos internos de la empresa.

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El debilitamiento del gobierno corporativo de EPM ha afectado la imagen de la empresa y la confianza del mercado en ella”, agrega el informe de la Superservicios. “Aun cuando se evidencia que existen otras calificadoras que no han modificado su postura, es claro que hay un riesgo en la percepción que el mercado tiene como consecuencia del incumplimiento de este instrumento”.

Pero hay otro factor llamativo señalado por la superintendencia. La disminución de la calificación de riesgo “implica un encarecimiento de la deuda para EPM, lo que puede generar dificultades al momento de atender los diferentes compromisos contraídos”.

Hallazgos en acueducto y alcantarillado

En relación con los servicios de acueducto y alcantarillado que presta EPM, la Superservicios encontró que, “presuntamente y en algunos casos”, la empresa “contravino normas sobre el retiro, revisión, reposición y cobro de medidores establecidas en la regulación expedida por la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico”.

Se observó que algunos medidores fueron cobrados por adelantado en la factura del usuario”, y en otros casos “fueron cobrados y no suministrados”. También, al parecer, EPM no hizo “la debida revisión en laboratorio del estado de los medidores retirados, para determinar si efectivamente debían ser reemplazados”.

Al examinar algunos trámites, no se encontraron soportes sobre la gestión ante los usuarios para el retiro de medidores y calibración de los instalados, entre otros aspectos técnicos. Adicionalmente, se estaría limitando a los suscriptores el derecho a escoger libremente al proveedor del medidor.

En cuanto a la calidad del agua suministrada, de acuerdo con las muestras de vigilancia, se encontró que EPM suministró agua no apta para consumo humano en los municipios de Envigado, con incumplimiento de cloro residual en diciembre de 2019; en Girardota con la presencia de coliformes totales en julio de 2019; y Sabaneta y Barbosa con el incremento de color y turbiedad en agosto de 2019 y febrero de 2020, respectivamente.

Y en lo relativo a energía y gas combustible, la superintendencia evidenció que, en 2019, EPM registró una duración promedio de interrupciones superior a la establecida en el indicador SAIDI para su mercado de operación.

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Se encontró asimismo que algunos activos sobrepasan las horas máximas de indisponibilidad permitidas, tanto para el sistema de transmisión nacional como regional. En algunas subestaciones no se cumplen los valores de tensión esperados.

En relación con el servicio de gas combustible, se identificaron fallas en el reporte de información técnica al SUI. El prestador no aportó licencias de intervención y ocupación de espacio público, gestionadas ante las autoridades municipales para la instalación y ocupación de las redes de distribución de gas combustible. En aspectos comerciales, se encontró incumplimiento de requisitos mínimos de las facturas entregadas a algunos suscriptores, y de la obligatoria publicación del contrato de condiciones uniformes en su página web.

Asimismo, la empresa tiene deficiencias en la estructuración de sus planes de gestión del riesgo de desastres para ambos servicios, agrega la Superservicios.

Sobre el proyecto Hidroituango

Sobre el proyecto Hidroituango, la superintendencia alertó: “El cronograma de entrada en operación de las dos primeras unidades de generación de esta hidroeléctrica, proyectada por EPM para julio y octubre de 2022, tiene un margen muy estrecho para el manejo de posibles imprevistos o crisis que se puedan presentar“.

De ocurrir alguna eventualidad, se pondría en riesgo el cumplimiento de obligaciones de energía firme a cargo de EPM y su sostenibilidad financiera.