Noticias de Manizales y Caldas: todo en actualidad, investigación, deportes, vías y noticias de la región en La Patria.
La recuperación de 600 hectáreas de tierra en el departamento de Caldas representa un giro significativo en el destino de unos predios que, durante años, estuvieron bajo el dominio de actores vinculados a actividades criminales. Según información de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), las propiedades pertenecían anteriormente a Pedro Germán Ariza Quintero y Augusto de Jesús Vásquez. Ariza fue señalado por su relación con el lavado de activos y por sus conexiones con el Frente 47 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), mientras que Vásquez aparece en la Lista Clinton debido a sus presuntos lazos con redes de narcotráfico.
La adjudicación de estas tierras marca no solo un cambio en la titularidad, sino también el nacimiento de un modelo productivo y social profundamente diferente. Las asociaciones campesinas FURECA y Agrovíctimas La Dorada recibieron estos terrenos con el propósito de impulsar proyectos agrícolas y construir comunidad. Ambas organizaciones están compuestas por familias que han padecido el conflicto armado y han visto en este proceso una oportunidad para reconstruir su entorno y su proyecto de vida.
Desde Agrovíctimas La Dorada, Alexander Perdomo, su presidente, resalta el camino lleno de obstáculos: “Pasamos por discriminación, estafas y mucho trabajo. Esta fue una lucha incansable, pero ahora sentimos que el esfuerzo valió la pena”, afirma. Para los miembros de estas asociaciones, el acceso a la tierra es tanto una herramienta de producción como una forma de reparación. Además del respaldo estatal, reciben apoyo técnico y jurídico de la ANT para garantizar la sostenibilidad en el largo plazo.
En el caso de FURECA, integrada por 25 familias, el enfoque se centra en el cultivo de plátano, cacao y la cría de pollos. Aunque los proyectos productivos aún están en fase de preparación de la tierra, existe un fuerte compromiso por parte de los beneficiarios. Luz Elvia Vanegas Ramírez, representante legal de FURECA, agradece el apoyo institucional y subraya que el proceso les ha devuelto la dignidad, así como la posibilidad de permanecer en su territorio.
Los terrenos recuperados habían sido empleados en el pasado para sostener economías ilícitas. Ariza Quintero se valía de empresas fachada para el lavado de dinero, apoyando así el financiamiento de estructuras armadas ilegales. Por otro lado, los activos de Vásquez se vincularon incluso con iniciativas deportivas sospechosas, como el equipo Florida Soccer, asociado a Jorge Luis Ochoa, perteneciente al conocido clan de los hermanos Ochoa. Sin embargo, el presente muestra un horizonte diferente: los espacios que otrora funcionaron como nodos de actividades ilícitas hoy se reinventan como plataformas para el desarrollo agrícola, la economía legal y la reconstrucción comunitaria en la región del Magdalena caldense.
Este proceso, sustentado en acompañamiento técnico, jurídico y la participación activa de las familias, ilustra la importancia de la restitución de tierras no solo como un acto de justicia, sino como motor para transformar dinámicas históricas y abrir ventanas de oportunidad a poblaciones que han sufrido el rigor del conflicto.
¿Qué es la Lista Clinton y por qué es relevante en estos procesos de recuperación de tierras?
La Lista Clinton es una relación de personas y empresas definida por las autoridades financieras de Estados Unidos para identificar involucrados con actividades de narcotráfico o lavado de activos. Aparecer en esta lista tiene efectos significativos: congela las actividades económicas del señalado y sus vínculos financieros, tanto dentro como fuera de Colombia. Entender este mecanismo es esencial para dimensionar el impacto de los vínculos de Augusto de Jesús Vásquez y la magnitud del reto que enfrentaron las asociaciones campesinas al asumir tierras con pasado ilícito.
La relevancia de la Lista Clinton en estos procesos radica en su capacidad para aislar económicamente a actores vinculados con actividades ilegales, lo que facilita que las instituciones del Estado, como la ANT, puedan intervenir y redistribuir estos bienes a poblaciones vulnerables. De esta manera, la recuperación de tierras va más allá de la restitución física y se convierte en un instrumento para reconstruir tejido social y propiciar desarrollo rural legítimo en regiones históricamente afectadas por el conflicto.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO