En el encuentro, que había sido calificado previamente como “académico”, también hicieron parte el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, y el embajador ante la ONU, Guillermo Fernández de Soto.

En un video publicado en su cuenta de Twitter, el ministro dijo que tuvo una reunión “constructiva, productiva y explicativa” con el New York Times luego de que este cuestionara la posición del Gobierno ante el acuerdo de paz y denunciara la posibilidad de que una directriz del Ejército reviva crímenes de estado, o falsos positivos.

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Según el canciller, el propósito de esa reunión era “establecer un diálogo franco, tranquilo, constructivo, para efectos de poner en su conocimiento razones que condujeron a la definición de la política de paz con legalidad del presidente Iván Duque”.

Igualmente dijo que en la reunión también se habló “acerca de la manera como se está adelantando la implementación de los acuerdos de paz“, el funcionamiento del Grupo de Lima y “el gran desafío migratorio que en este momento enfrenta” Colombia “en virtud del crecimiento de los flujos migratorios provenientes” del vecino país.

Todo esto antes de concluir que el encuentro “abre nuevos canales de comunicación con ese diario tan importante que construye opinión pública internacional”.

Pese al parte de Trujillo, ni el ministerio de Relaciones Exteriores ni el propio diario dieron más detalles sobre temas puntillosos que deberían haberse tratado en la reunión después de las revelaciones del periodista Nicholas Casey. Para empezar, podría haberse explicado si el hecho de haber retirado uno de los documentos que dio origen a sus denuncias será suficiente para calmar las aguas.

El canciller no detalló si dio más explicaciones sobre el tema más allá de las que se plasmaron por él y el ministro de Defensa, Guillermo Botero, en una primera carta de respuesta oficial a ese medio. Allí, ambos jefes de cartera habían cuestionado la presunta ligereza periodística del New York Times para hacer algunas de sus afirmaciones al respecto, después de que lo hiciera también el presidente Duque públicamente. El medio había respondido detalladamente con otra carta que fue una de las causas que motivó la reunión.

Iván Duque

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Entre los detalles sobre las políticas del presidente Iván Duque tampoco se dio a conocer si se habría detallado en qué consistirá la anunciada comisión creada para determinar los alcances de las denuncias ni el hecho de que se estaría buscando entre los altos mandos militares quiénes serían las fuentes del diario.

Incluso en temas más periféricos, una de las principales preocupaciones de parte del diario debería haber sido la falta de garantías para periodistas después de que Casey y el fotógrafo Federico Ríos tuvieran que abandonar el país tras recibir amenazas.

Tampoco se sabe si se habló de las críticas de la senadora María Fernanda Cabal al periodista y al medio mismo, aunque esto no tendría por qué ser tema obligado teniendo en cuenta que las palabras de la congresista fueron a motu proprio y no deberían comprometer al gobierno, con todo y que Cabal pertenece al partido oficialista y que el tema se ha manejado aparte.

En conclusión, aunque las verdaderas explicaciones se las debe el gobierno al pueblo colombiano, un encuentro directo con el medio que puso el tema sobre la mesa podría haber sido un medio para comenzar a conocerlas.

Dicho esto, la reunión pareció más enfocada a rebatir y aclarar lo dicho por el editorial del Times titulado “La paz en Colombia es muy preciada para abandonarla”, en el que el diario dijo que casi tres años después de la firma del acuerdo “la paz podría estar deshaciéndose”.

The New York Times

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Este es el video del parte de cumplimiento de Trujillo: