Posteriormente, El Espectador aseguró que “fuentes alta confiabilidad” dijeron que 15 militares fueron convocados en la sede de la Segunda División del Ejército en Bucaramanga, y al llegar les dijeron que la verdadera razón por la que estaban ahí era para que “confesaran” quiénes fueron los que se entrevistaron con Nicholas Casey, autor de la nota sobre el supuesto regreso de ‘falsos positivos’ en Colombia.

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La noticia llegó hasta los oídos de José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas, que, citando el tuit del periodista Gustavo Gómez, le preguntó al ministro de Defensa, Guillermo Botero, si era verdad que estaban “interrogando” a 15 oficiales.

“Sería muy grave que hubiera retaliaciones contra oficiales que se animaron a contar la verdad”, escribió en Twitter Vivanco.

Hasta el momento, Botero no ha emitido ninguna respuesta al director de Human Rights Watch, aunque, en rueda de prensa, le dijo a la opinión pública que el artículo tiene muchas “inconsistencias”.

Por lo mismo, el ministro, junto al canciller, Carlos Holmes Trujillo, envió una carta al editor del diario estadounidense reclamando que hayan publicado la nota sin dar nombres de los supuestos oficiales con los que conversó el periodista Casey, dijo Blu Radio.

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Lo cierto es que, dijo la periodista Darcy Quinn, el Gobierno estaría más preocupado por buscar quiénes ayudaron a hacer el reportaje, que por demostrar que lo que dice la nota no es verdad.