El maíz es un cultivo que se ve continuamente afectado por diversas enfermedades y plagas durante el ciclo fenológico de la planta, algo que puede llegar a afectar en gran medida su producción final.

Actualmente, uno de los principales dolores de cabeza que tienen los productores de maíz en el departamento, es el Dalbulus maidis, o mejor conocido como ‘chicharrita del maíz’, un insecto de apenas entre 3 o 4 milímetros.

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No obstante, el insecto por sí solo no representa un mayor problema para los cultivos, el verdadero peligro para estos proviene del Marafivirus, o virus del rayado fino, ya que de acuerdo al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la ‘chicharrita’ como insecto vector, es el único transmisor.

Henry Vanegas, gerente nacional de la Federación Nacional de Cereales Leguminosas y Soya, Fenalce, hace unos meses alertó sobre la presencia en el Tolima de la plaga.

Vanegas había aclarado que la plaga no es nueva, y el ICA, conocedor del tema, venía regulando las fechas de ventas de semilla para el maíz, al igual que las épocas de siembras.

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En este orden de ideas, el líder de Fenalce señaló que debido a un desorden en las siembras por parte de algunos cultivadores, se disparó la presencia del insecto chupador.

“Si los productores se disciplinan en sembrar el maíz dentro de la ventana de siembra que establece la resolución del ICA, se va a regular mejor la población de ese insecto vector”, detalló Vanegas.

De acuerdo con las explicaciones del líder gremial, salirse de los periodos normales de siembra, pueden acarrear para el agricultor pérdidas del 30 % en el rendimiento esperado. No obstante, para los casos más severos, las producciones pueden caer hasta en un 50 %.

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Como el desacato de las fechas de siembra no permite que sea cortado el ciclo del vector, resulta menester de los productores implementar por su parte, una serie de buenas prácticas agrícolas, con adecuadas fertilizaciones y monitoreos permanentes.

Desde el ICA también se manifestó que una solución para poder salir adelante con el cultivo de maíz para el próximo semestre, consiste en el trabajo conjunto, pero principalmente, acatar las fechas de siembra, así como las fechas de ventas de semillas por parte de las comercializadoras, las cuales en algunos casos, han sido incumplidas.

La plantas afectadas por el virus transmitido por el Diabulus maidis presentan una gran disminución en el tamaño de sus mazorcas, y en el mismo sentido, al de los granos.

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Esto se debe a que la planta pierde fuerza y estabilidad, ya que no puede crecer de manera normal, incluso, puede generar la muerte en algunas plantas.

El virus del rayado fino se encuentra ampliamente esparcido, no sólo en la región, sino en el país, gracias a su capacidad de permanecer durante todo el ciclo de la planta, haciendo imposible la recuperación de la misma.

Con 8 mil hectáreas de maíz amarillo sembradas, el Tolima es el segundo productor en Colombia.