
El reconocido ambientalista colombiano Max Henríquez Daza lanzó una alerta sobre los riesgos de un posible tsunami en Colombia y otras regiones de Sudamérica, luego del potente terremoto de magnitud 8.8 que sacudió la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, este miércoles 30 de julio.
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A través de su cuenta en X, Henríquez compartió información clave sobre cómo identificar y reaccionar ante un tsunami, enfatizando la importancia de actuar con rapidez para proteger vidas en las zonas costeras del Pacífico. Esto incluye regiones como Chocó, Nariño y las islas de San Andrés y Providencia en Colombia.




“El mar avisa la llegada de un tsunami cuando se retira de la costa algunas decenas o centenares de metros, llegando la primera ola unos 5 a 10 minutos luego de que el mar se aleja. Hay que actuar y evacuar rápidamente a zonas altas y seguras para salvar vidas”, explicó Henríquez, conocido por sus pronósticos precisos y su experiencia en climatología.
El mar avisa la llegada de un tsunam cuando se retira de la costa algunas decenas o centenares de metros, llegando la primera ola unos 5 a 10 minutos luego de que el mar se aleja. Hay que actuar y evacuar rápidamente a zonas altas y seguras para salvar vidas. pic.twitter.com/XV0wyApM3r
— Max Henriquez Daza (@HenriquezMax) July 30, 2025
Esta advertencia resalta la necesidad de estar atentos a las señales naturales que preceden a un tsunami, un fenómeno que puede ser devastador si no se toman medidas inmediatas. El meteorólogo instó a las autoridades y a la población a prepararse para evacuaciones preventivas en áreas vulnerables, recordando que la velocidad de reacción es crucial.
“Un tsunami o maremoto es causado no solo por terremotos en el subsuelo marino (90 % de los casos), sino también por otro tipo de eventos como deslizamientos, erupciones volcánicas submarinas (10 % de los casos), que hacen mover las masas de agua del mar a velocidades de 800 km/h”, aseguró el meteorólogo.
Esta explicación subraya la magnitud del fenómeno, ya que las olas provocadas por un tsunami pueden recorrer miles de kilómetros a gran velocidad, afectando costas lejanas como las de América Latina, horas después del evento desencadenante.
Si Ud está en la costa del Pacífico siga las instrucciones de las autoridades (UNGRD) y evacúe en las horas señaladas hacia zona más altas y alejadas de la costa. Es mejor pecar por exceso de precaución. En esto de los tsunamis hay muchas incertidumbres aún pic.twitter.com/t9W9NZ6Z3S
— Max Henriquez Daza (@HenriquezMax) July 30, 2025
Esto, según él, se debe a que las olas no pierden energía respecto a la que recibieron inicialmente en el punto del terremoto.
“La peligrosidad de los tsunamis no es solo en cercanías del epicentro del terremoto, sino también a grandes distancias, porque casi no se disipa la energía en la onda que llega al otro lado del océano casi imperturbable, sin perder mucha de la energía que recibió inicialmente”, agregó en sus publicaciones.
La peligrosidad de los tsunamis no es solo en cercanías del epicentro del terremoto, sino tambien a grandes distancias, porque casi no se disipa la energía en la onda que llega al otro lado del oceano casi imperturbable, sin perder mucha de la energía que recibió inicialmente pic.twitter.com/dIDnfSfW1c
— Max Henriquez Daza (@HenriquezMax) July 30, 2025
Qué fue lo que pasó con el terremoto en Rusia
Este miércoles, un terremoto de magnitud 8.8, uno de los más fuertes registrados desde 2011, golpeó la península de Kamchatka, a 119 kilómetros al sureste de Petropavlovsk-Kamchatsky, a una profundidad de 19.3 km.
Este sismo, ocurrido en la zona de subducción Kuril-Kamchatka, donde la placa del Pacífico se desliza bajo la placa Norteamericana, desencadenó alertas de tsunami en todo el Pacífico. En Rusia, olas de hasta 5 metros inundaron el puerto de Severo-Kurilsk, en las islas Kuriles, causando daños en infraestructuras como una planta procesadora de pescado y forzando la evacuación de casi 2,700 personas.
No se reportaron víctimas fatales, pero el evento también activó la erupción del volcán Klyuchevskoy, uno de los más altos de Eurasia.
Las alertas de tsunami se extendieron a países como Japón, Hawái, Chile, Perú, Ecuador, México y Colombia. En Hawái, las olas alcanzaron hasta 1.7 metros, mientras que en California se observaron olas de hasta 0.5 metros. En Colombia, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres ordenó la evacuación preventiva de las costas de Chocó y Nariño, ante la posibilidad de corrientes fuertes y olas de hasta 1 metro.
Aunque las alertas en varias regiones, como Japón y Hawái, fueron degradadas a avisos, las autoridades advierten que las olas pueden persistir durante horas, generando corrientes peligrosas en puertos y zonas costeras.
En América Latina, las costas del Pacífico, incluyendo las de Colombia, siguen bajo monitoreo, ya que los tsunamis pueden generar daños localizados dependiendo de la topografía costera. La advertencia de Henríquez subraya la importancia de la preparación y la educación para mitigar los riesgos de estos fenómenos, que pueden impactar regiones a miles de kilómetros del epicentro.
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