A principios del año pasado, Luis Alfredo Garavito fue trasladado desde la cárcel de máxima de seguridad de Valledupar, La Tramcúa, al Hospital Rosario Pumarejo de López por quebrantos de salud que tuvo.

‘La Bestia’, como lo denominaron por violar y asesinar a cientos de niños, tuvo un cuadro anémico y, luego de varios análisis, fue diagnosticado con leucemia.

Entonces, el pederasta regresó a la cárcel, pero estuvo en la Unidad de Sanidad de La Tramacúa, de acuerdo con El Espectador, recibiendo tratamiento.

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Meses después de estar fuera de su celda, el Inpec confirmó, según el diario, que Garavito fue dado de alta el 9 de julio y regresó al pabellón de máxima seguridad de la cárcel, donde también está preso Rafael Uribe Noguera, asesino de Yuliana Samboní.

Garavito fue capturado el 22 de abril de 1999 en zona rural de Villavicencio y cumple una condena de 40 años de prisión por los delitos de acceso carnal violento, actos sexuales violentos y homicidio.

Para el momento en el que fue capturado, esa fue la máxima condena que contemplaba la justicia porque no estaba aprobada la Ley de Infancia y Adolescencia.

Además, logró obtener varias rebajas de pena tras colaborar con la justicia y haber permitido recuperar cientos de restos de menores de edad entre los 6 y 16 años que fueron sus víctimas y a quienes se les pudo acercar al disfrazarse como vendedor ambulante, indigente y discapacitado, entre otros.