Los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dieron por concluida la diligencia y procedieron a dar un plazo de 30 días hábiles, hasta el 30 de junio, para adjuntar pruebas de lo dicho.

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Son varios los puntos que el exparamilitar deberá sustentar debidamente con “información puntual”. En concreto, se deberá aportar identidad de miembros de inteligencia militar que involucró con las autodefensas.

Lo mismo con efectivos venezolanos y empresarios que supuestamente apoyaron el fortalecimiento paramilitar en Antioquia, incursiones en Sucre y la creación del Bloque Calima.

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Nombres de funcionarios de Ecopetrol y de Postobón relacionados con las AUC, pero también múltiples miembros del DAS que, según él, apoyaban las actividades paramilitares con información, entre otros datos.

¿A quién acusó Salvatore Mancuso ante la JEP?

Durante las cuatro jornadas de la Audiencia Única de Aporte a la Verdad ante la JEP, Salvatore Mancuso habló sobre la relación de las AUC con las autoridades políticas, militares, judiciales y policiales, así como de los crímenes cometidos por ese grupo, que recordaron al país la violencia y la crueldad con la que los paramilitares actuaron. Los temas clave de los que habló incluyen:

1. Financiación de campañas presidenciales

Mancuso aseguró que las AUC apoyaron candidaturas de políticos que buscaban llegar al Congreso en las elecciones de marzo de 2002 y también mencionó respaldos a las campañas de los ahora expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.

“En el año 2002 las Autodefensas intervinieron de manera directa las elecciones al Congreso, el 10 de marzo del 2002, y también, las elecciones de mayo de Presidencia del 2002”, dijo. También afirmó que “hubo ayudas en elecciones al candidato presidencial Horacio Serpa, al mismo presidente Pastrana (1998-2002) y a Uribe (2002-2010)”.

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2. Víctimas del paramilitarismo en Venezuela

Una de las revelaciones más escabrosas que hizo el exjefe paramilitar es que las AUC arrojaron los cuerpos de unas 200 de sus víctimas en el lado venezolano de la frontera tras la destrucción del “horno crematorio” en el que desaparecieron centenares de personas.

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Estas desapariciones, según su relato, las ordenó “la fuerza pública”. “En nuestro teatro de guerra la lógica era dejar los cuerpos para causar terror en la población donde ejercíamos control”, se defendió. “Esto tiene profundidades más amplias porque hubo coordinación también con militares y fuerza pública del lado de Venezuela para este tipo de operaciones”, añadió.

3. Bloque capital y ‘Pacho’ Santos

Como lo había hecho en otros espacios, Mancuso volvió a acusar al exvicepresidente colombiano Francisco Santos (2002-2010) de pedirle crear el “Bloque Capital” de las AUC, que actuó en Bogotá, por cuenta de la violencia ejercida por la guerrilla de las FARC en la década de los noventa.

“Las personas agobiadas por la guerrilla nos pidieron creación de grupos de autodefensas (…) el mismo Francisco Santos solicitó la creación del Bloque Capital”, aseguró el exjefe de las AUC. Santos “vino en representación de la oligarquía colombiana en la capital que estaban preocupados por la presencia de las FARC cerca a Bogotá”, dijo.

4. Órdenes contra la izquierda

En su versión ante la JEP Mancuso también aseguró que el DAS establecía lista de objetivos militares que les entregaban a los paramilitares, entre los que estaban el actual presidente, Gustavo Petro, y el canciller, Álvaro Leyva.

“El mismo canciller hoy Álvaro Leyva, el mismo presidente Gustavo Petro fueron parte de los objetivos militares que nos entregaba el señor José Miguel Narváez (subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad -DAS-, la Policía secreta)”, dijo. “Todo lo que tuviese que ver con izquierda, él lo consideraba un enemigo de la nación colombiana”, añadió.

En esa lista de “objetivos militares” también estaban actuales senadores del Pacto Histórico como Alirio Uribe (quien formaba parte de la organización de derechos humanos Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo) y la senadora Piedad Córdoba.

Las AUC estuvieron a punto de asesinar al actual embajador del país ante la ONU, Gustavo Gallón, fundador de la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), un asesinato que no se produjo, según Mancuso, por “las enormes repercusiones” que tuvo el homicidio del periodista y humorista Jaime Garzón, que fue asesinado el 13 de agosto de 1999 en Bogotá por orden del entonces jefe las AUC, Carlos Castaño, con la complicidad de agentes del Estado.

5. El papel de periodistas en el auge de los ‘paras’

Mancuso también señaló directamente el papel de los medios de comunicación para legitimar el discurso paramilitar y su accionar criminal. En ese sentido el exparamilitar aseguró que Santos le “invitó a Bogotá al periódico El Tiempo a explicarles a los editorialistas el enfoque de autodefensas en la lucha contra la subversión”.

“Nos ayudó muchísimo a legitimar el discurso”, apuntó Mancuso, quien aseguró que se publicaron editoriales y que el propio Santos hizo una columna que validó su discurso.

6. Nexos con grandes empresas y empresarios

Postobón, Bavaria, Coca Cola o Ecopetrol, las principales empresas de Colombia, fueron algunos de los nombres que Mancuso nombró cuando se le preguntó sobre la relación tanto de las AUC como de las Convivir (cooperativas de vigilancia legales que algunas evolucionaron en las fuerzas paramilitares) con empresas.

“Recurrimos a finanzas ilícitas que incluyeron todo lo que había en la zona. Ecopetrol permitía que nosotros extrajéramos combustible del oleoducto y no suspendían el bombeo. De esa manera se nos pagaba a través de Ecopetrol”, dijo, por ejemplo, con relación a la petrolera. Postobón “pagaba 10 millones de pesos (2.200 dólares o 2.040 euros) mensuales a través de un acuerdo directo” y Bavaria se beneficiaba de poder distribuir donde operaban lo paramilitares.