Todo surgió después de que el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso reiterara que el exvicepresidente Francisco Santos supuestamente promovió la creación del “bloque capital” de las autodefensas.

(Lea después: Mancuso quiere bajarle caña a su papel como jefe paramilitar y apunta a Francisco Santos)

El presidente se refirió al fenómeno del paramilitarismo como “una alianza del narcotráfico con buena parte del poder político y económico de Colombia”, pero a renglón seguido también mencionó a “un sector de la prensa tradicional”, supuestamente para desatar un genocidio sobre el pueblo”.

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La relación que marcó el presidente entre periodismo y “genocidio” hizo que varios saltaran, entre ellos Gómez Córdoba, quien le preguntó directamente si “entiende el peligro de apuntar con perdigones contra el periodismo” y le exigió aclarar a qué sector del periodismo se refería al hablar de esas alianzas con ‘paras’.

“No le hace bien a la democracia ese INRI que usted nos cuelga con generalizaciones”, subrayó, remarcando el peligro en el que pone a los periodistas, y luego le exigió: “No use Twitter como un arma”.

Hasta la publicación de este artículo no se conocía respuesta del jefe de Estado al periodista radial.