El ente acusador informó que se investiga qué participación tuvo el uniformado en los hechos que terminaron con la vida de un menor de 17 años y de Andrés Felipe Ávila Rodríguez, de 23 años, durante los disturbios del año pasado, en Bogotá, durante las protestas por la muerte de Javier Ordóñez.

Pese a que “el imputado no se allanó al cargo”, la Fiscalía sustentó su decisión “con elementos de prueba sólidos” que recomieron en inmediaciones del CAI Verbenal, en la localidad de Usaquén, y detalló:

“Se destaca el análisis balístico realizado en los laboratorios del CTI, que demostró con grado de exactitud del 99 % que las estrías dejadas por los proyectiles extraídos del cuerpo de las víctimas coinciden con el arma incautada y asignada al patrullero Gutiérrez Rodríguez”.

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Las víctimas a las que se refiere la Fiscalía son solo dos de las 9 personas que murieron en diferentes puntos de la capital en medio de enfrentamientos y policías. Varios uniformados están siendo investigados por abuso policial y porque el exceso de la fuerza terminó con dichas muertes.

En primer lugar, el joven de 17 años era padre de un bebé de 7 meses de edad.

Según la entidad, la noche de los hechos él estaba en inmediaciones del CAI Verbenal del norte de Bogotá, en compañía de otras personas, participando en las manifestaciones. Hacia las 9:30 de la noche, la víctima fue impactada con varios disparos y falleció en un centro médico horas más tarde.

Por su parte, Andrés Felipe Rodríguez Ávila, de 23 años, estaba en compañía de un amigo en la cancha múltiple del parque del mismo barrio, igualmente participando en las protestas.

Se conoció que estaba cerca al Centro de Atención Inmediata (CAI) cuando resultó impactado con disparos de arma de fuego. El joven falleció en el Hospital Simón Bolívar por la gravedad de la herida.