La caótica situación se registró en la noche del pasado viernes en el conjunto residencial Quintas de Santa Rita 7 y los protagonistas fueron agentes del CAI Fontanar de la Policía Nacional.

Todo quedó registrado en dos videos compartidos en Twitter por la concejal Heidy Sánchez. El primero de ellos, de casi dos minutos de duración, comienza con la confusión en la zona de los parqueaderos del conjunto.

La imagen nuestra a por lo menos cuatro policías dentro del conjunto, a donde no pueden entrar sin orden escrita o en algunas excepciones establecidas en el Código de Policía, para detener a un joven y sacarlo de la propiedad hacia la patrulla, mientras una mujer les grita: “¿Pero por qué entraron, por qué son atrevidos?”.

Segundos después, uno de ellos se lanza a atacar al vigilante, que forcejeaba con otro policía en medio de los reclamos de la comunidad, ante lo que ya consideraban uso excesivo de la fuerza. Al ver la escena, varios de los ciudadanos corrieron a socorrer al trabajador.

“¿Ustedes tienen autorización?”, les preguntó uno de los residentes, mientras otro insistía en gritarles “asesinos”. Pero una de las arengas más preocupantes fue cuando otro habitante los cuestionó por “saltar las rejas como puros vándalos”.

Hasta ese momento los ciudadanos ya alertaban sobre un ingreso irregular de los uniformados al conjunto, lo que se confirmó en un punto del segundo video en el que uno de los policías habla con su compañero:

  • Sálgase por encima.
  • No, está cercado mi sargento.
  • Yo me metí por encima, hombre; brinque.

¿Por qué ingresaron los policías a conjunto de Suba?

Justamente, esa segunda grabación deja ver que una madre suplica porque se están llevando a su hijo y asegura que los policías “están infringiendo la ley”, mientras el joven se defiende:

“Me están esposando por ir a comprar una pizza”.

Y es que ese es precisamente el argumento de los habitantes del conjunto, que quedaron consignados en el comunicado del Comité Local de Derechos Humanos de Suba denunciando el hecho:

“Efectivos de la Policía Nacional ingresan de forma irregular y hostigante al conjunto con el objetivo de detener a 2 habitantes, los cuales, según testigos, solo salieron a provisionarse de comida”.

Los policías presentes nunca refutaron esa afirmación ni entregaron otras razones sobre las cuales querían llevarse a los dos jóvenes.

Luego de detener al segundo, otro de los uniformados les pide a los residentes que “abran la puerta o se agranda el problema” y como ninguno accede, el agente hace una especie de cortina para que salgan sus compañeros mientras él empuja la puerta interior para impedir la salida de las personas.

Esa misma acción se repitió con la puerta principal, el policía la forzó para ajustarla y no dejar que nadie saliera detrás de ellos. La imagen parecía más de alguien que acababa de cometer un delito y escapaba, pues una vez logró cerrar la puerta salió corriendo hacia la patrulla.

En el citado comunicado, el comité de DD. HH. se refirió a esa escena en particular:

“En los videos se muestra claramente el uso excesivo de la fuerza y junto a ello la evidente arbitrariedad del procedimiento policial tanto en el ingreso como en la salida de los efectivos policiales. Todo amparado bajo el mando de un teniente con número policial 240441″.

Los videos terminan con varios policías abordando las patrullas y motos en las que llegaron al lugar mientras los habitantes los insultan y se preguntan por qué hacen eso, si son ellos quienes deberían defender a la comunidad.

“Se metieron como ratas al conjunto”, gritó la mujer que graba el video, mientras otras le contesta: “Porque ratas es que son, hps”.

Por todo lo aquí descrito, el texto pide a la Procuraduría adelantar un proceso disciplinario a todos los policías involucrados y además hacer un seguimiento a la investigación.

Por último, responsabilizó por la “integridad de los detenidos y sus familias” a la alcaldesa, Claudia López; el comandante de la Policía de Bogotá, Óscar Gómez; el alcalde de Suba, Julián Moreno; y al comandante de la Policía de Suba, coronel Simón Cornejo.

Este es el comunicado: