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El Hospital Universitario del Valle ‘Evaristo García’ (HUV) en Cartago ha cumplido un año de operaciones, consolidándose como un referente fundamental en la prestación de servicios de salud para el norte del Valle del Cauca y otros departamentos vecinos como Chocó, Risaralda y parte del Eje Cafetero. Desde su reapertura oficial el 24 de agosto de 2024, evento que siguió a la entrega en comodato del antiguo Hospital Sagrado Corazón de Jesús, el HUV ha fortalecido su capacidad asistencial con más de 285.000 atenciones realizadas. El incremento en cirugías, prestaciones de urgencias y atención en neonato muestra el impacto de la modernización hospitalaria según reportó el noticiero 90 Minutos.
Este renacer del hospital responde a una necesidad estratégica identificada por el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia. En regiones con alta dispersión geográfica, como el norte del Valle del Cauca y zonas del Pacífico, fortalecer la infraestructura hospitalaria permite disminuir la mortalidad materna y atender emergencias complejas que antes dependían de traslados a hospitales de mayor tamaño en las capitales. La reactivación del área de maternidad es ilustrativa: en un año, pasó de estar inactiva a registrar más de 706 nacimientos, reflejando el respaldo a la política nacional de atención primaria en la salud (APS), particularmente en poblaciones rurales y semiurbanas.
Entre los avances más notables se encuentra la ampliación de la infraestructura quirúrgica. El paso de tres a siete quirófanos ha permitido atender más de 6.540 cirugías en doce meses, según cifras citadas por el Observatorio Nacional de Salud. Esto contribuye a descentralizar servicios altamente especializados y ofrece atención oportuna en patologías quirúrgicas, eliminando traslados onerosos para los pacientes. Además, la consolidación de la red hospitalaria regional y la eficiente coordinación para urgencias y remisiones han optimizado recursos y asegurado una continuidad en la atención especializada.
La cooperación con el Hospital Universitario del Valle en Cali también es relevante. Esta alianza fomenta la formación de profesionales, impulsa la investigación colaborativa y promueve la innovación, en línea con el Plan Decenal de Salud Pública 2022-2031 del Ministerio de Salud. Incorporar un perfil académico en el HUV Cartago favorece la atención de casos más complejos y ofrece oportunidades de capacitación continua, aspectos que inciden directamente en los indicadores de salud regional.




El reconocimiento del HUV Cartago como hospital de nivel 3 –que implica la capacidad para brindar cuidados intensivos, soporte terapéutico y transporte asistencial especializado– significa una notable diferencia respecto a hospitales de medianas ciudades, de acuerdo con la Universidad Nacional de Colombia. Esta transición confirma que invertir en infraestructura hospitalaria en ciudades intermedias puede aliviar la carga sobre los grandes centros urbanos y democratizar el acceso a servicios de calidad, un objetivo ampliamente discutido a nivel nacional.
Pese a estos avances, el modelo enfrenta desafíos. Resulta esencial evaluar periódicamente la eficiencia y cobertura de los servicios, gestionar la financiación y consolidar la integración con entidades territoriales. También es vital atraer y retener talento humano para sostener el progreso alcanzado. Tal como resalta la Revista Salud Pública Colombia, solo a través de una administración estratégica y adaptación constante podrá asegurarse la permanencia del impacto positivo que el hospital ha logrado desde su reapertura.
La transformación del Hospital Universitario del Valle ‘Evaristo García’ en Cartago ejemplifica cómo una combinación de inversión pública, alianzas estratégicas y formación académica puede traducirse en mejoras tangibles para la calidad de vida y el acceso equitativo a servicios especializados de salud en regiones históricamente relegadas.
¿Por qué es importante la certificación de “nivel 3” para un hospital en una ciudad intermedia?
La pregunta cobra relevancia ante la tendencia nacional de centralizar los servicios especializados en grandes urbes, lo que dificulta el acceso para las poblaciones alejadas. Con la certificación de “nivel 3”, el HUV Cartago puede ofrecer cuidados intensivos, apoyo terapéutico y traslados asistenciales, ventajas que habitualmente solo se encuentran en hospitales situados en ciudades capitales.
La importancia de esta clasificación radica en la posibilidad de atender patologías complejas y urgencias graves localmente, lo que reduce el tiempo de respuesta ante emergencias y mejora los indicadores de salud. Además, este nivel de atención promueve la equidad, al permitir que más personas de zonas remotas accedan a servicios de alta complejidad sin necesidad de traslados prolongados.
¿Qué retos enfrenta la sostenibilidad de hospitales públicos en regiones dispersas?
El interrogante surge porque, si bien la consolidación y reapertura de hospitales públicos ha demostrado ser positiva, la sostenibilidad a largo plazo depende de elementos estructurales como la financiación estable, la gestión administrativa y la integración institucional.
En el contexto del HUV Cartago, los desafíos incluyen mantener la calidad y continuidad de los servicios, consolidar alianzas académicas, y asegurar la formación y permanencia del talento humano. Además, es importante monitorear la adaptación del hospital a necesidades cambiantes y la capacidad de responder a emergencias sanitarias, asegurando así el impacto positivo en la salud pública regional.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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