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Este artículo fue curado por pulzo   Ago 26, 2025 - 11:02 pm
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El Gobierno Nacional de Colombia, a través del Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Vías (Invías), ha recibido la licencia ambiental otorgada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Esta licencia autoriza la construcción de dos modernos viaductos en la vía Ciénaga – Barranquilla, un corredor vial considerado clave para el desarrollo logístico y social de la región Caribe. En concreto, la Resolución 001734, expedida el 21 de agosto de 2025, contempla la edificación de dos infraestructuras: un viaducto de 5 kilómetros y otro de 3 kilómetros, cuya principal función es mitigar los graves problemas de erosión costera que amenazan esta zona. La vía se encuentra en la Ciénaga Grande de Santa Marta, declarada reserva de biósfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2018, lo que aumenta la sensibilidad y la responsabilidad ambiental del proyecto.

La Ciénaga Grande de Santa Marta constituye uno de los ecosistemas más importantes y frágiles de Colombia, al albergar una gran diversidad de especies endémicas y cumplir funciones ecológicas vitales como la protección frente a inundaciones. El hecho de que la erosión costera amenace la estabilidad de la vía también pone en riesgo la conectividad de la región, el desarrollo económico local y la preservación de hábitats indispensables. Según un estudio de la Fundación Santa Marta, entre 2010 y 2023 la erosión avanzó en promedio 1,5 metros por año sobre la carretera, un fenómeno acelerado por el cambio climático y por la acción humana sobre la costa. Esto ha motivado no solo intervenciones técnicas urgentes, sino también la necesidad de una planificación sometida a altos estándares ambientales.

Desde el Ministerio de Transporte, la ministra Mafe Rojas ha subrayado la intención de equilibrar la necesidad de una mejor conectividad con la obligación de proteger el entorno natural. “Este es un paso fundamental para garantizar la conectividad de la región Caribe y, al mismo tiempo, proteger uno de los ecosistemas más valiosos del país. Seguiremos impulsando proyectos con altos estándares técnicos y ambientales, porque nuestro compromiso es avanzar en infraestructura que cuide el territorio y genere desarrollo con dignidad”, destacó la funcionaria. Esta visión se inserta dentro de la tendencia global de promover infraestructuras que respondan no solo a las necesidades de movilidad, sino también a las exigencias del desarrollo sostenible establecidas por instancias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Las obras se complementan con intervenciones previas de mitigación por parte del Invías, que ha implementado técnicas como el enrocado multicapas y el reforzamiento de puntos críticos a lo largo de la ruta. El enrocado multicapas, según ha reportado El Espectador tras consultar a expertos, consiste en poner capas sucesivas de piedra de varios tamaños con el fin de defender la infraestructura frente al embate de las olas y corrientes marinas, una estrategia ya probada en otras costas del país.

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El proceso de obtención de la licencia estuvo acompañado de un estudio de impacto ambiental riguroso, considerado el más exhaustivo sobre la Ciénaga Grande de Santa Marta, según el director (e) del Invías, Jhon Jairo González. Dicho estudio evaluó variables delicadas como la calidad del agua, la posible afectación sobre especies clave como el manatí del Caribe y los cambios en la dinámica hidrológica, en estricto cumplimiento de lo exigido por la ANLA. De acuerdo con la resolución, la licencia ambiental implica además un compromiso de monitoreo y reporte permanente sobre el desarrollo del proyecto e impactos derivados, vigilancia que será compartida con organizaciones como la Fundación Ciénaga Grande, que previamente ha señalado la importancia de evitar malas prácticas que puedan alterar irreversiblemente el ecosistema.

Desde la perspectiva económica y social, la continuidad de esta vía es fundamental. No solo facilita el transporte comercial y turístico de la región, sino que también garantiza el acceso a servicios y derechos básicos de las comunidades ribereñas, quienes dependen en gran medida de una conectividad segura y estable. Expertos del Departamento Nacional de Planeación (DNP) consideran que la obra puede ser ejemplo de infraestructura resiliente en zonas costeras expuestas a los efectos del cambio climático.

No obstante, las preocupaciones de ambientalistas permanecen activas. De acuerdo con Revista Semana, persisten inquietudes en torno a cómo la construcción y operación de los viaductos alterarán los caudales de agua y los hábitats acuáticos, destacando la relevancia de asegurar mecanismos de control y participación ciudadana durante todos los procesos.

En síntesis, la aprobación del proyecto de viaductos en la vía Ciénaga – Barranquilla marca un precedente en los esfuerzos de Colombia por articular infraestructura estratégica y conservación ambiental. El caso será una referencia obligada para futuras intervenciones en ecosistemas protegidos y subraya el reto de construir desarrollo sostenible en contextos de alta sensibilidad ecológica.

Preguntas frecuentes relacionadas

¿Por qué la Ciénaga Grande de Santa Marta es considerada reserva de biósfera?

La Ciénaga Grande de Santa Marta es catalogada como reserva de biósfera por la UNESCO debido a su relevancia ecológica y a la variedad de especies que alberga, muchas de ellas endémicas o en peligro. Esta distinción enfatiza un modelo de gestión que busca equilibrar la conservación de la naturaleza con el desarrollo sostenible, lo que obliga a que todos los proyectos en la zona se analicen bajo estrictos parámetros ambientales. Además, la región cumple funciones hidrológicas fundamentales para la prevención de desastres naturales como inundaciones y garantiza el bienestar de poblaciones locales que dependen de los servicios ecológicos que provee la ciénaga.

La declaración como reserva de biósfera, realizada en 2018, supuso la incorporación de nuevas regulaciones y mecanismos de control sobre proyectos de infraestructura, agricultura y explotación de recursos. Gracias a este reconocimiento, la ciénaga recibe atención internacional y nacional, lo que facilita la acción coordinada entre entidades estatales, ONGs y la comunidad científica para su preservación.

¿Qué es el enrocado multicapas y por qué se utiliza en obras costeras?

El enrocado multicapas es una técnica de ingeniería utilizada para proteger infraestructuras costeras frente a la erosión y el impacto del mar. Consiste en la colocación de sucesivas capas de rocas de diferentes tamaños, formando una estructura robusta capaz de absorber la energía de las olas y prevenir el desgaste de la base de la vía. Esta alternativa se ha mostrado eficaz en distintas regiones del país frente al avance del mar y cambios en la dinámica de las costas.

Su uso es especialmente importante en proyectos como los viaductos de la vía Ciénaga – Barranquilla, donde la erosión es un fenómeno acelerado y la exposición a condiciones climáticas extremas requiere soluciones técnicas y adaptativas. Además, el enrocado puede ser una herramienta complementaria mientras se ejecutan obras mayores, garantizando la estabilidad y seguridad de la infraestructura existente.

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