Escrito por:  Redacción Nación
Nov 23, 2025 - 11:29 am

En medio de uno de los años más difíciles para Ecopetrol en materia financiera, reputacional y de gobierno corporativo, la petrolera estatal realizó una fiesta masiva que abrió un nuevo capítulo de controversia. El evento —realizado el 21 de noviembre en el Chamorro City Hall del Club El Carmel— incluyó presentaciones de Pipe Bueno, Rafael Santos y Los Tupamaros, y fue organizado para cerca de 4.000 asistentes.

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La celebración llamó la atención no solo por su dimensión, sino por el contexto: la petrolera atraviesa caídas pronunciadas en utilidades, críticas por falta de eficiencia operativa, señales de debilitamiento en su valor en mercados internacionales y graves denuncias internas que aún no han sido aclaradas.

Según reveló el periodista Jorge Espinosa en Cambio, Ecopetrol había informado meses atrás a sus trabajadores que no habría fiesta de fin de año por “motivos de austeridad”. Sin embargo, esa decisión cambió abruptamente. Para el 21 de noviembre, la compañía decidió convocar una celebración con artistas de alto costo.

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Espinosa indica que una primera cotización a la que tuvo acceso mostraba cifras relevantes: cerca de 150 millones de pesos por Pipe Bueno, 80 millones de pesos por Rafael Santos, 20 millones de pesos por Los Tupamaros, más 120 millones de pesos por alquiler del lugar y otros 120 millones de pesos en seguridad, logística y personal. La comida y el licor no fueron asumidos por la empresa, pues según una norma interna “cada empleado debía pagar lo que consumiera”.

La invitación a la fiesta decía: “Hoy celebramos juntos, porque la energía que nos mueve es la misma que nos une”. Para Espinosa, una frase difícil de justificar cuando la petrolera “vive una de sus situaciones más cuestionadas en años”. Y el panorama financiero respalda esa apreciación.

Ecopetrol: uno de sus peores años desde 2020

Tanto la prensa económica como los reportes oficiales coinciden en que 2025 ha sido un año complejo para Ecopetrol.

Según cifras de La República, la compañía reportó utilidades por 2,56 billones de pesos en el tercer trimestre, lo que equivale a una caída del 29,8 % frente al mismo periodo de 2024. Los ingresos operacionales también retrocedieron 13,8 por ciento anual, pasando de 34,6 billones de pesos a 29,8 billones.

En el acumulado de enero a septiembre, la petrolera registró 7,5 billones de pesos en ganancias, lo que representa un descenso del 32 por ciento respecto a los 11 billones de pesos del mismo periodo del año anterior. Es, además, el segundo peor trimestre desde la pandemia de 2020, solo superado por el desplome del segundo trimestre de este mismo año.

La compañía también enfrentó un incremento en sus costos operativos: el lifting cost —el costo de extraer un barril de petróleo— pasó de 7,5 dólares en 2020 a 12,2 dólares en 2025, un alza del 60 por ciento, lo que refleja una caída en la eficiencia de producción.

El precio de la acción tampoco acompaña: Espinosa recuerda que en Nueva York alcanzó los 9,85 dólares, incluso más bajo que durante los momentos críticos de la pandemia.

A este escenario se suman presiones energéticas para el país: según advirtió Frank Pearl en la Cumbre de Petróleo, Gas y Energía, Colombia tendrá que importar el 25 por ciento del gas natural que consumirá en 2026, un anuncio que marca un retroceso en materia de autosuficiencia energética.

Frente a todo esto, el columnista de Cambio y periodista de Caracol Radio señala: “Lo que quiero decir es que Gustavo Petro, representante del mayor accionista de la compañía, el Estado colombiano, ha hecho todos los esfuerzos posibles para acabar con Ecopetrol”. Y luego se pregunta: “¿Qué celebra la administración más cuestionada en la historia de Ecopetrol? ¿Las múltiples investigaciones en la Fiscalía, Procuraduría y Contraloría? ¿La falta absoluta de un gobierno corporativo serio e independiente? ¿La caída de las utilidades un 30 por ciento con respecto al mismo periodo de 2024? ¿O acaso el precio de la acción en la Bolsa de Valores de Colombia muy por debajo de los 2.000 pesos? ¿O será su precio en Wall Street por debajo del valor que tuvo durante la pandemia? ¿Tal vez la caída brutal en el prestigio de Ecopetrol entre otras compañías petroleras en el mundo?”

Otras críticas a Ecopetrol

Como si el contexto financiero no fuera suficiente, dentro de Ecopetrol también crece la polémica por denuncias internas que siguen sin respuesta.

Una columna de Daniel Coronell en Cambio expone el caso de Bernardo Enrique Forero Duarte, vicepresidente de la empresa para la región Andina Oriente, cuyo patrimonio habría aumentado en siete mil millones de pesos de manera “inexplicable”, según un reporte de la UIAF entregado a la compañía en febrero de este año.

Coronell señala que Forero ya tenía un historial de alertas:

  • Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) sobre presuntos favorecimientos a contratistas.
  • Una investigación de 2016 hecha por FTI Consulting sobre “enriquecimiento sin justa causa”.
  • Señalamientos de ejercer presión sobre proveedores para obtener beneficios económicos.

Uno de los reportes internos incluso documenta una conversación en la que, según la UIAF, Forero habría admitido ser el “verdadero dueño” de una empresa llamada Ladrillera El Encanto, pese a que figuraba a nombre de una familiar.

Coronell afirma que toda esta información llegó directamente al despacho del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, pero que “nada ha pasado en diez meses”: no hubo denuncias ante la Fiscalía, ni suspensión del funcionario, ni investigaciones internas visibles.

Según el periodista, la información sugiere un uso irregular de la Uiaf —misma entidad que esta develó los gastos del presidente Petro— por parte de la administración actual, no para depurar la empresa, sino para “espiar sindicalistas, altos funcionarios e incluso miembros de la junta directiva”.

¿Qué celebraba Ecopetrol?

El contraste entre la fiesta y el contexto es el eje de la discusión.

La petrolera enfrenta:

  • Caídas históricas en utilidades.
  • Un incremento sustancial de costos operativos.
  • Una disminución en el valor de la compañía en bolsa.
  • Denuncias medias sobre presuntas prácticas irregulares.
  • Cuestionamientos sobre su gobierno corporativo.

Espinosa lo resume con una pregunta directa: “¿Es prudente, inteligente y responsable celebrar una fiesta de semejantes proporciones en medio de estos resultados?”.

Y aunque las fiestas de fin de año son habituales entre los funcionarios de cualquier empresa, la situación de Ecopetrol es preocupante, pues nunca antes había tenido tantos señalamientos, caídas y dudas, pues cabe recordar que es la empresa más importante que tiene Colombia y de la cual dependen gran parte de los ingresos de la nación. Y mientras que la empresa tiene unos resultados cada vez más cuestionables, el presidente Gustavo Petro plantea diferentes reformas tributarias y acciones con las cuales los colombianos terminan pagando más impuestos para poder cubrir los planes que él tiene para el país.

Por ahora, la empresa no ha entregado una explicación pública sobre los costos exactos del evento, por qué se retomó una fiesta que había sido cancelada o cómo se justifica este gasto en medio de los resultados más débiles de los últimos cinco años.

¿Qué dijo Gustavo Petro sobre tensión entre Estados Unidos y Ecuador?

El presidente Gustavo Petro encabezó en Puerto Asís, Putumayo, el acto protocolario de destrucción de material bélico entregado por la disidencia conocida como Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), como parte de los avances hacia la paz total.

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