Esa entidad detalla que, con corte al 17 de agosto, en Bogotá había 700 camas UCI ocupadas, de las 1.348 camas instaladas actualmente para los pacientes con COVID-19. 

Las estadísticas del Distrito muestran que en la ciudad hay 648 camas UCI disponibles para personas que se vean afectadas por complicaciones con el COVID-19.

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En cuanto a las camas UCI para las demás enfermedades, la Alcaldía detalla que, de las 2.304 camas instaladas, 1.428 están ocupadas por personas con diferentes patologías médicas. La ocupación total de camas para diferentes enfermedades es del 62 %. 

Estas son cifras que no se veían en la capital del país desde la segunda semana de marzo. La primera semana de abril comenzó el fatídico tercer pico de la pandemia, que llevó la ocupación de camas UCI a un alarmante 98 %.

El pasado 15 de julio, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó que la ciudad ya había salido de la alerta roja en la que se encontraba por cuenta de la transmisión masiva de COVID-19.

La tercera ola del virus fue, hasta ahora, la más dura que vivió Colombia. Autoridades sanitarias de la Alcaldía de Bogotá y el Gobierno Nacional la atribuyeron, en gran parte, a las masivas manifestaciones que se hicieron durante casi dos meses de paro nacional.

El país no está exento de vivir un cuarto pico de la pandemia, advirtió el Ministerio de Salud, aunque con el proceso de vacunación esta sería menos fuerte, sobre todo, en los casos de fallecidos.

Con corte al 17 de agosto, en Colombia se han aplicado 32 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19. De igual forma, 13,8 millones de personas tienen la pauta completa de vacunación, indicó el Ministerio de Salud.