Por: Más allá del silencio

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Este artículo fue curado por Sarah Gutierrez   Sep 9, 2025 - 4:23 pm
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El nombre de Brayan Campo sigue causando escalofríos en Colombia. Condenado a 58 años de prisión por el brutal asesinato de Sofía Delgado, una niña de apenas 12 años en el municipio de Candelaria (Valle del Cauca) su historia judicial parece estar lejos de cerrarse. Lo que inicialmente se conoció como un caso aislado de feminicidio infantil podría transformarse en una cadena de crímenes aún más crueles.

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La revelación salió de un lugar insólito: la cárcel de La Tramacúa, en Valledupar. Allí, Campo compartió celda con Luis Gregorio Ramírez Maestre, alias ‘La Soga’, uno de los asesinos en serie más temidos del país. En medio de partidas de parqués y conversaciones en los patios de la prisión, ‘La Soga’ asegura que Campo confesó haber participado en más muertes de jóvenes en el Valle del Cauca.

Los nombres que salieron a flote en esa confesión fueron los de Erika Sepúlveda, de 16 años, y Tatiana Trujillo, quienes fueron halladas sin vida en 2022 bajo circunstancias aún no del todo esclarecidas. Para las familias de estas adolescentes, el testimonio de ‘La Soga’ no puede pasar desapercibido. Por eso exigen a la Fiscalía reabrir las investigaciones y, sobre todo, presionar a Campo para que confiese toda la verdad.

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La condena de 58 años por el caso de Sofía parecía marcar un precedente ejemplar. Sin embargo, la posibilidad de que Campo sea responsable de más crímenes abre una herida profunda en la sociedad colombiana. La idea de un asesino en serie actuando en el Valle del Cauca, con niñas y adolescentes como principales víctimas, despierta miedo y rabia en la comunidad.

Las familias no se resignan. Ellas no solo buscan justicia para sus hijas, sino también impedir que la historia se repita.

“Queremos que diga la verdad, que confiese lo que hizo”, reclaman en voz alta, conscientes de que su dolor podría convertirse en el de otras familias si el silencio persiste.

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Mientras tanto, Sofía, Erika y Tatiana permanecen en la memoria colectiva como símbolos de la vulnerabilidad de la niñez y la juventud en Colombia frente a la violencia. Sus rostros, truncados por la barbarie, representan la deuda de un país que aún lucha por proteger a sus niñas.

El caso de Brayan Campo no termina en una condena: se convierte en una exigencia de verdad, memoria y justicia.

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Homicidios reportados en Colombia

El siguiente mapa, desarrollado por Esri Colombia, muestra información de homicidios reportados en Colombia por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

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