El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La inminente demolición de los puentes vehiculares situados en la intersección de la avenida de Las Américas con la calle 13, en la localidad de Puente Aranda, marcará un hito inédito para Bogotá. Según información proporcionada por El Espectador, este suceso, programado para el domingo 12 de octubre, representa la primera vez que la ciudad aplica la técnica de la implosión controlada para eliminar una estructura de grandes dimensiones. La intervención no solo implica poner fin a la vida útil de una infraestructura con 45 años de historia, sino que abre paso al ambicioso Tramo 1 de la nueva Calle 13, un proyecto vital para el suroccidente de la capital, destinado a modificar profundamente la movilidad a través de un diseño contemporáneo de tres niveles, que prevé mejorar la circulación para el tráfico mixto, el sistema TransMilenio y los vehículos particulares.
La implosión se llevará a cabo mediante una operación que utiliza más de 4.550 perforaciones cargadas con indugel, un agente industrial específicamente formulado para llevar a cabo demoliciones de alta precisión. Este procedimiento, que solo durará 12 segundos, dejará como resultado unos 7.900 metros cúbicos de escombros. De acuerdo con El Espectador, todo este material será reciclado y reutilizado en la misma obra, mostrando una preocupación significativa por la sostenibilidad ambiental y la aplicación de la economía circular dentro de los procesos de desarrollo urbano.
Por motivos de seguridad, el perímetro circundante será evacuado en un radio de hasta 150 metros; asimismo, las principales vías aledañas permanecerán cerradas desde la noche del sábado 11 hasta la madrugada del martes 14 de octubre, lo que impactará de manera temporal la movilidad en este corredor estratégico para la ciudad. El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y el alcalde Carlos Fernando Galán respaldan este megaproyecto, que trasciende lo estrictamente vial para integrar espacios públicos renovados, incluyendo pasos peatonales semideprimidos, más de dos kilómetros de ciclorruta y más de 100.000 metros cuadrados de espacio destinado a la ciudadanía.
Este enfoque demuestra un alineamiento con las tendencias internacionales en urbanismo sostenible, respaldado por informes de UN-Habitat en 2023, donde se enfatiza la necesidad de ampliar la infraestructura del transporte público, así como las facilidades para peatones y ciclistas. Además, según la Asociación Americana de Demolición (2024), ciudades como Nueva York y Los Ángeles han empleado técnicas similares, lo que le permite a Bogotá insertarse en un selecto conjunto de urbes latinoamericanas pioneras en este campo.




Por otra parte, se destaca la importancia de gestionar adecuadamente los impactos sociales derivados de obras de esta magnitud. Tal como lo señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2022), mantener una comunicación abierta y continua con las comunidades afectadas resulta imprescindible para evitar molestias mayores a vecinos y comerciantes y fortalecer la confianza ciudadana frente al proyecto. La información oportuna acerca de cierres viales y alternativas de movilidad forma parte esencial de este proceso.
La transformación proyectada para la Calle 13 responde a retos estructurales identificados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE, 2025) y la Secretaría de Movilidad de Bogotá, particularmente la alta densidad vehicular y la presión sobre el transporte público en el suroccidente de la capital. Así, el plan apunta no solo a mejorar la conectividad y la fluidez vehicular, sino a avanzar hacia una visión de ciudad más sostenible y segura. En definitiva, la implosión de los antiguos puentes en Puente Aranda marca un punto de inflexión en la evolución técnica y urbana de Bogotá, con implicaciones de fondo para la calidad de vida de sus habitantes.
¿Qué es la economía circular y cómo se aplica en las obras de infraestructura? La economía circular, mencionada como parte de la estrategia para la reutilización de escombros tras la implosión, es un concepto que busca minimizar el desperdicio aprovechando al máximo los recursos ya existentes. En el contexto de obras de infraestructura, esto significa que los materiales resultantes de una demolición, como los escombros, se transforman y reutilizan en el mismo proyecto o en otros, reduciendo la necesidad de extraer nuevos recursos y disminuyendo el impacto ambiental. De esta manera, se promueve un uso más responsable de los recursos y se contribuye a hacer más sostenibles los procesos constructivos en las ciudades.
¿Qué impacto tendrán los cierres viales programados para la implosión en la movilidad de Bogotá? El cierre de vías en un sector tan transitado de Bogotá como la avenida de Las Américas con calle 13 tendrá un impacto inmediato en la movilidad urbana. De acuerdo con lo reportado, estas restricciones se extenderán desde la noche del sábado 11 de octubre hasta la madrugada del martes 14, período durante el cual los conductores y usuarios del transporte público deberán utilizar rutas alternas y anticipar mayores tiempos de desplazamiento. La información clara sobre desvíos y canales de comunicación oficiales será crucial para mitigar congestiones y lograr que la ciudadanía se adapte temporalmente a los cambios logísticos, en tanto avanza el proceso clave para la transformación urbanística de la zona.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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