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La segunda edición del Fritanga Fest 2025, prevista para el 4 y 5 de octubre en Bogotá, se perfila como una cita crucial para los amantes de la gastronomía y la cultura popular. Este evento busca enaltecer la fritanga, un plato icónico de la tradición colombiana que fusiona ingredientes típicos como chicharrón, morcilla, longaniza y papas criollas. Reuniendo a 55 piqueteaderos y restaurantes repartidos en varias plazas distritales de mercado, el festival no solo ofrece una experiencia gustativa diversa, sino también una oportunidad para explorar la historia y los valores que envuelven a este plato popular, según lo publicado en el artículo original.
Uno de los componentes más innovadores de esta segunda edición es la inclusión de una agenda académica en la Plaza Distrital de Mercado La Concordia. Esta programación promueve un diálogo integral acerca de la tradición fritanguera y su vinculación con la economía bogotana. El Instituto para la Economía Social (IPES) enfatiza la importancia de reconocer que la fritanga trasciende lo culinario al ser un fenómeno que involucra historia, cultura y desarrollo social. Wilfredo Grajales, director del IPES, señaló que el festival permitirá comprender el trasfondo cultural y económico de la fritanga, resaltando prácticas de periodismo e investigación que valoran el entorno sociocultural de los alimentos y su relevancia multifacética.
Desde el ángulo económico, la fritanga representa un recurso clave para familias y pequeños negocios, especialmente en el sector informal de Bogotá. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la economía informal de la capital se apoya considerablemente en la gastronomía típica, y la fritanga ofrece un punto de acceso importante por sus bajos costos iniciales y elevada demanda en los barrios populares. Fritanga Fest puede convertirse, por lo tanto, en una plataforma de impulso para emprendimientos y trabajadores del sector, alineándose con la visión del IPES de fortalecer la economía popular a través de la cultura gastronómica.
Este plato, más allá de su valor alimenticio, está profundamente arraigado en la memoria colectiva y la identidad bogotana. Los reportajes de El Espectador y testimonios de restauranteros tradicionales han destacado el significado simbólico de la fritanga en la resistencia cultural frente a la globalización. La presencia de figuras emblemáticas como doña Segunda, de la Plaza de Mercado 12 de Octubre, y Don Jorge, piquetero del sector de Kennedy, refuerza esa conexión entre tradición, memoria culinaria e identidad urbana, consolidando el valor patrimonial de la fritanga y su trascendencia en la vida cotidiana de la ciudad.




Al observar otras capitales latinoamericanas, ejemplos como el Festival Gastronómico de Lima y eventos similares en Ciudad de México, dan cuenta del impacto positivo que pueden generar este tipo de encuentros en la revalorización de la tradición y en la dinamización económica. En ese sentido, Fritanga Fest aspira a posicionarse nacionalmente como un referente que promueva no solo el disfrute, sino la preservación y modernización de las raíces culinarias bogotanas, tal y como lo ha consignado el Latin America Gastronomy Review en 2023.
Así mismo, el festival apuesta por la innovación invitando a cocineros emergentes a presentar nuevas propuestas de fritanga, integrando la tradición con la creatividad actual. De acuerdo con medios especializados citados en el artículo original, esta estrategia favorece la revitalización del patrimonio culinario y responde al interés de un público diverso, combinando educación, emprendimiento y disfrute en un mismo evento. La invitación a consultar la lista completa de participantes a través de los canales oficiales del gobierno distrital refuerza la idea de un festival abierto y participativo, enfocado en el orgullo y el redescubrimiento de la cocina local.
¿Cuál es la importancia de los piqueteaderos en el contexto social de Bogotá?
Los piqueteaderos han sido tradicionalmente espacios de encuentro y socialización, donde confluyen tanto trabajadores como familias en busca de comidas abundantes y asequibles. En el marco de la economía bogotana, según el DANE y reportes del IPES, los piqueteaderos representan una fuente significativa de empleo y son vitales para la cadena de abastecimiento de productos locales. Su papel va más allá de lo gastronómico: contribuyen a fortalecer las redes comunitarias y a preservar saberes culinarios, siendo además escenarios ideales para el surgimiento de pequeños emprendimientos familiares que apuntalan la economía informal de la ciudad.
¿Qué significa exactamente el término “fritanga” en la gastronomía colombiana?
El término “fritanga” designa un conjunto de preparaciones típicas que agrupa alimentos fritos, propios de la cocina colombiana, entre ellos carnes de cerdo como el chicharrón, embutidos como la morcilla y la longaniza, y acompañamientos como las papas criollas. Según entrevistas recogidas en el artículo original y en medios como El Espectador, la fritanga es mucho más que la suma de sus ingredientes: representa la celebración de la abundancia y la hospitalidad, así como la permanencia de recetas y técnicas pasadas de generación en generación, constituyéndose en un símbolo de identidad y resistencia cultural frente a las tendencias gastronómicas globalizadas.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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