Noticias de Manizales y Caldas: todo en actualidad, investigación, deportes, vías y noticias de la región en La Patria.
El pasado 2 de septiembre, un acto de violencia sacudió al casco urbano de Belén de Umbría, municipio del departamento de Risaralda. Cerca del Coliseo municipal, durante la noche, miembros de la fuerza pública que patrullaban un escenario deportivo fueron blanco de un ataque armado. Según el Informativo Belumbrense, testigos afirmaron que un uniformado fue atacado a tiros, quien respondió de manera defensiva. Posteriormente, un video mostró a la Policía desplegando recursos operativos en el área en un intento de capturar a los responsables. Hasta el cierre de esta información, no se han confirmado oficialmente heridos o detenciones inmediatas.
La violencia se inscribe en un contexto de tensión creciente debido a las operaciones policiales y militares desplegadas contra las subestructuras del Clan del Golfo, grupo considerado la principal organización criminal del país. Días antes, el 27 de agosto en el municipio vecino de Guática, fuerzas especiales abatieron a alias “Colonia”, líder regional de ese grupo, junto con dos escoltas. Se informó también la captura de otros dos cabecillas y la incautación de armas y drogas. Un segundo operativo tuvo lugar el 2 de septiembre en la vereda Puente Umbría, con resultados similares que incluyeron detenciones.
El comandante del Batallón de Artillería No. 8 San Mateo, teniente coronel Luis Alfonso Palomino Elejalde, precisó que, aunque se reconoce la presencia del Clan del Golfo en Risaralda, la organización no cuenta con campamentos fijos en el área. El grupo opera camuflado e integrado en la vida civil, lo cual dificulta la acción policial tradicional y exige nuevas tácticas, como lo recogen reportes del Ministerio de Defensa de Colombia.
La problemática local refleja un fenómeno nacional: el Clan del Golfo se ha fortalecido en regiones antes ajenas a los conflictos armados, expandiendo delitos como el narcotráfico y la extorsión y acentuando la fragmentación de grupos armados ilegales en Colombia. Conforme al Observatorio de Seguridad del Ministerio de Defensa, la pérdida de control estatal en áreas rurales y periurbanas facilita su avance; esta situación ha traído consigo repetidos ciclos de violencia, desplazamientos y altos índices de impunidad.




Reportajes de El Espectador consultados subrayan que la organización criminal utiliza estrategias sofisticadas, mimetizándose entre civiles y evadiendo los operativos convencionales de la fuerza pública. La ausencia de asentamientos visibles limita la efectividad de acciones militares, requiriendo, según analistas, intervenciones integrales que no solo incluyan respuestas de seguridad, sino desarrollo económico, fortalecimiento institucional y cooperación internacional en el combate al delito.
En el ámbito sociopolítico, estudios de la Universidad Nacional de Colombia señalan que los ataques contra la fuerza pública, como el ocurrido en Belén de Umbría, deterioran la confianza ciudadana y reducen la participación en actividades comunitarias, afectando las posibilidades de prevención social del delito.
Frente a estos retos, las autoridades aumentan su vigilancia y la cooperación interinstitucional; sin embargo, los expertos sostienen que la estabilización del orden público en Risaralda exige estrategias de largo plazo, articuladas y multidimensionales, que fortalezcan tanto la seguridad como la cohesión social.
En definitiva, la situación advierte sobre los desafíos de enfrentar el crimen organizado en contextos donde los grupos armados logran camuflarse en la población civil, demandando respuestas que trasciendan la reacción militar y contemplen soluciones estructurales y de fondo.
¿Cómo afecta la presencia del Clan del Golfo a la vida cotidiana de los habitantes en Risaralda?
La incertidumbre y el temor generados por la presencia del Clan del Golfo impactan directamente en la cotidianidad de la población, alterando rutinas y restringiendo la movilidad. Según el estudio de la Universidad Nacional de Colombia, estos escenarios pueden llevar a la desconfianza en la autoridad y a la disminución de la participación ciudadana, factores que a su vez dificultan los procesos de prevención y cooperación comunitaria necesarios para restaurar el tejido social.
Además, la inseguridad vinculada a la expansión de grupos criminales incrementa los riesgos de desplazamiento y afecta negativamente la economía local, obstaculizando el desarrollo y el bienestar general de los municipios involucrados, como señalan los diferentes informes consultados.
¿Qué significa “presencia campamentaria formal” y por qué es relevante mencionarlo?
La expresión “presencia campamentaria formal” hace referencia a la existencia de bases o campamentos reconocibles que son utilizados por grupos armados ilegales para reunirse, almacenar armamento o coordinar operaciones. La relevancia de esta ausencia en Risaralda, de acuerdo con lo especificado por el teniente coronel Luis Alfonso Palomino Elejalde, está en que dificulta la identificación y neutralización de los responsables, pues al operar camuflados en la población civil, el Clan del Golfo elude las estrategias tradicionales de seguridad y control.
En consecuencia, esta táctica obliga a las autoridades a adaptar sus métodos, favoreciendo un enfoque más inteligente, de infiltración y de fortalecimiento de la inteligencia, pues las formas convencionales de patrullaje y vigilancia resultan menos efectivas frente a organizaciones que privilegian el anonimato y la integración con la comunidad.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO