Después de que se produjera, este jueves, la primera reunión de empalme entre el presidente saliente Iván Duque y el electo Gustavo Petro, Colombia amaneció con otra noticia política que llama la atención porque constituye el encuentro de los dos enemigos políticos más enconados que ha visto el país en los últimos años.

El expresidente Álvaro Uribe anunció que irá a la reunión que convocó Petro, y lo informó a través de su cuenta de Twitter, admitiendo que lo hará pese a que los dos tienen “visiones diferentes sobre la misma patria”.

El expresidente también recordó un trino que publicó el pasado 19 de junio en el que sostuvo que “para defender la democracia es menester acatarla”, al reconocer que Petro “es el Presidente”, por lo que aseguró: “Que nos guíe un sentimiento: Primero Colombia”.

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El anuncio de Uribe auspicia, por lo menos en principio, una nueva forma de ver el país, tolerante, dispuesta a escuchar al contendor, lo que constituye, sin lugar a dudas, la manifestación de una democracia madura, que, como lo señala el propio Uribe, solo tiene en la mirada a Colombia.

Esa actitud también despeja las incertidumbres que se habían configurado por la elección de Petro y envía un claro mensaje a todo el país en el sentido de que hay disposición al diálogo por más que Uribe y Petro representen dos formas diametralmente opuestas de ver la política y el ejercicio del poder.

La decisión de Uribe llama la atención porque acepta reunirse con Petro, que se sitúa en la antípoda del espectro político, pero no lo hizo con Juan Manuel Santos (salvo en la reunión a que los convocó el papa  Francisco). Con Santos no consideró la idea de patria que hoy lo mueve a verse con Petro.

Si bien es claro que nada entre las dos formas de ver el país está resuelto con una reunión, el que Uribe haya dado el sí también hace pensar en qué estarán sintiendo leales alfiles suyos, como María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, entre otros, que lanzan permanentes ataques a Petro.

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Peleas entre Gustavo Petro y Álvaro Uribe

Los choques entre Petro y Uribe se han producido en diferentes escenarios que van desde enfrentamientos cara a cara en el Senado de la República (en uno de los cuales el expresidente le dijo a Petro tres veces “sicario” y afirmó que prefería “ochenta veces al guerrillero en armas que al sicariato moral difamando”) hasta las redes sociales en las que se han dicho de todo a través de trinos, principalmente.

También se recuerda la desazón de Uribe cuando Petro hablaba de comprarles las tierras a los grandes latifundistas del país. El exmandatario le ofreció al hoy presidente electo un inventario de lo que tiene su famosa finca, El Ubérrimo.

Roy Barreras, designado por Petro como su ficha clave en el Congreso, manifestó que esperaba que ese encuentro entre los dos líderes de la izquierda y la derecha se produjera antes del 20 de Julio.

De aquí a que Petro y Uribe se vean las caras la expectativa irá creciendo, pues del resultado de esa reunión dependerá que el país se sienta tranquilo o no. También será un indicador de la clase de nación en la que empiezan a vivir los colombianos.