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La reciente actualización sobre la movilidad en la Vía al Llano, eje clave para la conectividad entre Bogotá y Villavicencio, da cuenta de la implementación del sistema de pico y placa 4x2. Esta medida fue adoptada tras el deslizamiento en el kilómetro 18, uno de los más críticos del corredor vial, buscando así ordenar y optimizar el tránsito en condiciones de emergencia. Según el informe original, el flujo vehicular se organiza a través de horarios específicos: en sentido Bogotá-Villavicencio se establecen cuatro franjas de dos horas, y en el trayecto Villavicencio-Bogotá, cuatro franjas de cuatro horas, bajo vigilancia estricta para permitir prioridad a ambulancias y restringir el paso de cargas extradimensionadas únicamente durante el día.
La Vía al Llano no solo es esencial como corredor de paso hacia los Llanos Orientales, sino que sostiene el abastecimiento de productos agrícolas, combustibles y otras mercancías hacia la capital del país. Desde 2018, tal como reporta el Instituto Nacional de Vías (INVÍAS), se han adelantado obras de refuerzo e intervención para enfrentar los retos ligados a la geografía montañosa y lluvias torrenciales, factores que han propiciado reiteradas interrupciones por deslizamientos. Estos eventos, señala INVÍAS, generan consecuencias directas en la economía nacional y repercuten especialmente en el suministro y el turismo en toda la región.
El pico y placa aplicado en este contexto surge como una respuesta urgente para controlar la congestión en un escenario de alto riesgo. Detalles suministrados por la Secretaría de Movilidad de Bogotá muestran que la estrategia incorpora variantes y túneles para canalizar el tráfico de forma bidireccional en puntos neurálgicos, como el kilómetro 39+600. Estas medidas pretenden evitar el colapso total, aunque implican regulación estricta de horarios y posibles cierres preventivos ante cualquier indicio de peligro adicional.
En experiencias internacionales referenciadas por el Banco Interamericano de Desarrollo, países como Chile y México han optado por dispositivos de control dinámico del tráfico frente a emergencias similares, priorizando la operación de vías primordiales durante las reparaciones. Ello demuestra la importancia de políticas flexibles, aplicadas con base en el monitoreo constante y el ajuste de horarios para mantener la funcionalidad vial aún bajo presión.




Mirando hacia adelante, la situación actual plantea un desafío persistente: la consolidación de una infraestructura más resiliente y el fortalecimiento de sistemas de alerta temprana. Como señalan expertos de la Universidad Nacional de Colombia, la combinación entre refuerzos estructurales y monitoreo avanzado permitirá disminuir el cierre eventual del corredor y minimizar los impactos ante eventos climáticos cada vez más extremos, asociados al cambio climático. Así, la colaboración entre el sector público, concesionarios y centros académicos será crucial para anticipar amenazas geológicas y preservar la movilidad entre Bogotá y los Llanos. Todo apunta a que, aunque el pico y placa 4x2 es una solución de emergencia, el reto de fondo permanece: mitigar los riesgos a largo plazo para sostener una arteria vial indispensable para el país.
¿Qué es la Vía al Llano y por qué es fundamental para Colombia?
La Vía al Llano es el corredor vial que enlaza Bogotá con Villavicencio, una de las rutas más estratégicas de Colombia. Según el Instituto Nacional de Vías (INVÍAS), esta carretera sostiene el acceso desde la capital hacia los Llanos Orientales, región caracterizada por su alta producción petrolera, agrícola y ganadera. Además, actúa como eje logístico, permitiendo el flujo constante de mercancías y personas entre el centro y el oriente del país. Por su geografía, la vía enfrenta regularmente desafíos técnicos para garantizar la seguridad y operatividad, por lo que la implementación de medidas temporales como el pico y placa 4x2 responde a una necesidad urgente de preservar la conectividad nacional.
¿En qué consiste el sistema de “pico y placa 4x2” aplicado en la Vía al Llano?
El pico y placa 4x2 es un esquema de restricción vehicular orientado a controlar el flujo de automóviles en situaciones críticas, como deslizamientos o alta congestión. De acuerdo con la información proporcionada por Movilidad Bogotá, este sistema establece franjas horarias de paso alternado en ambos sentidos de la vía. En el trayecto Bogotá-Villavicencio, se habilitan cuatro franjas de dos horas cada una, y en sentido inverso, cuatro franjas de cuatro horas. La meta principal es evitar la saturación del corredor mientras se adelantan obras de recuperación y garantizar prioridad a vehículos esenciales como ambulancias. Esta estrategia es temporal y sujeta a evaluación conforme avancen los trabajos y mejoren las condiciones de seguridad en la carretera.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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