Los ataques contra la embajada venezolana en Perú se dieron después de que decenas de personas marcharan por las calles de Lima, para rechazar que algunos ciudadanos de Venezuela en Colombia lanzaran a Cántaro.

Los manifestantes en Lima rompieron vidrios y parte de los balcones de la sede de Venezuela, como se aprecia en el siguiente trino, y además prendieron fuego a varios carteles, todo, mientras gritaban: “¡Justicia, justicia!”.

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Además, de acuerdo con EFE, los manifestantes también le exigieron al gobierno del presidente Francisco Sagasti la expulsión de los venezolanos ilegales y con antecedentes delictivos del país.

Al respecto, el gobierno de Venezuela emitió un comunicado, que aparece a continuación, para exigirle a Perú que “garanticen la seguridad e integridad del personal diplomático y consular” y le recordó que debe “asegurar el “pleno respeto a los ciudadanos de venezolanos que hacen vida en ese país”.

Este caso desató una ola de amenazas entre peruanos y venezolanos, indicó EFE, que además ha dejado otras víctimas como Wilmer Jaimes Colmenares, ciudadano de Venezuela que fue lanzado desde un tercer piso en Perú.

Desde ese momento, delincuentes de ambas nacionalidades publicaron videos y mensajes en redes sociales con amenazas mutuas. Por lo mismo, dirigentes de los venezolanos organizados en Perú han hecho llamados a la mesura y pedido que este tema sea tratado desde el punto de vista policial, ya que la mayoría de peruanos y venezolanos conviven con tranquilidad en el país.

Mientras tanto, en Colombia las autoridades intentan esclarecer si un cuerpo hallado en Mercaderes, Cauca, corresponde al de Silvano Oblitas Cántaro, pues cumple con varias características del peruano.