
En medio de las lágrimas, María Carolina Hoyos Turbay compartió un mensaje profundo y conmovedor sobre el dolor, la resiliencia y la forma en que ha aprendido a enfrentar las pruebas más difíciles de su vida, la muerte de su hermano, Miguel Uribe.
(Vea también: María Carolina Hoyos relató las palabras que le decía a Miguel Uribe durante su hospitalización)
“No estoy dispuesta a pelear con Dios”, comenzó diciendo. “Tengo muchas preguntas, pero voy a esperar con humildad a que Él me muestre mi camino. Por ahora, me queda trabajar, porque cada uno carga con su propio dolor”, expresó este viernes 15 de agosto en ‘Día a día’, ante la muerte de su hermano Miguel Uribe Turbay.
Recordó uno de los momentos más duros de su existencia: el asesinato de su madre, Diana Turbay Quintero. “Yo la vi en el hospital, recién ingresada… Tenía 18 años, y a esa edad uno se siente dueño del mundo. De repente, todo cambió y lo más terrible fue pensar que nunca volvería a sonreír. Sentía que no tenía ninguna razón para hacerlo. Esa fue mi manera de solidarizarme con ella, de compartir su ausencia”.




Un juramento y una transformación
Con el paso de los años, María Carolina se dio cuenta de que había incumplido una promesa que se había hecho a sí misma. En 2019 decidió transformar su experiencia en un mensaje de vida y escribió el libro “Desde el fondo del mar: mi método para superar lo insuperable”.
“Si mi dolor podía servir como un atajo para que otros encontraran la salida a sus propias tormentas, entonces valía la pena contarlo”, dijo. Explicó que en el libro comparte su método para enfrentar lo imposible, convencida de que contar su historia podría aliviar el peso de quienes atraviesan momentos oscuros.
Mensaje de María Carolina Hoyos a todos los colombianos
María Carolina compartió en el matutino de Caracol Televisión tres enseñanzas que le han servido para enfrentar las adversidades:
- Atomizar los problemas: “Cuando un problema parece inmenso, hay que partirlo en pedacitos y resolverlo poco a poco. No todo se puede solucionar de una vez, y eso hay que aceptarlo”.
- Ser positivo a pesar del dolor: “La gratitud es fundamental, incluso cuando el corazón está roto. A mí me tocó coordinar el cuidado de mi hermana menor en medio de una situación muy difícil, y agradecí cada gesto de apoyo que recibimos”.
- Agradecer el amor recibido: “Fueron dos meses muy duros, pero estuvimos arropados de amor. Salí de la clínica a las tres de la mañana y vi a personas que ni siquiera conocía acompañándonos. Miguel tampoco conocía a esas personas, y sin embargo, estuvieron allí para lograr el mejor resultado. Gracias, Colombia. Ellos son los ángeles; ese fue el milagro”.
Durante su intervención, María Carolina insistió en que la gratitud no es una negación del dolor, sino una forma de encontrar fuerza en medio de él. “Uno puede estar roto por dentro y, aun así, agradecer la bondad que recibe. Eso cambia la perspectiva y nos permite seguir caminando”.
Recordó que, aunque las pérdidas y las pruebas marcan la vida para siempre, también enseñan a valorar lo esencial: la presencia de las personas queridas, los gestos sencillos y el amor que permanece.
El último mensaje que le escribió Miguel Uribe a María Carolina Hoyos
Al final de su intervención, compartió un recuerdo íntimo: el último intercambio de mensajes que tuvo por WhatsApp con Miguel Uribe. “Cada dos textos, nos decíamos cuántos nos amábamos. Esa era nuestra costumbre. Y ese amor, expresado así de sencillo y constante, es lo que me sostiene”.
Con su testimonio, María Carolina Hoyos Turbay dejó claro que la vida puede estar llena de heridas, pero también de milagros cotidianos. Que, aunque el dolor nunca desaparezca del todo, es posible aprender a vivir con él, a transformarlo en gratitud y a seguir caminando con esperanza.
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