Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Nov 23, 2025 - 12:46 pm
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La cineasta Goher abordó con honestidad los retos éticos que implicó dirigir “Happy Birthday”, un filme situado en El Cairo cuya joven protagonista proviene de un entorno vulnerable. Según explicó en declaraciones recogidas por fuentes especializadas, la historia de Lady Tabares, actriz principal de “La vendedora de rosas”, fue esencial para definir su enfoque durante la producción. Goher recordó que aquel largometraje colombiano, dirigido por Víctor Gaviria, seleccionó a una niña de la calle, la llevó a Cannes un año después, pero lamentablemente la actriz enfrentó una vida extremadamente difícil tras la euforia inicial.

Si bien Goher evitó atribuir responsabilidad directa a la película por el destino de Tabares, admitió que este precedente fue un recordatorio contundente sobre las consecuencias de llevar a menores vulnerables frente a la fama sin acompañamiento posterior. “No quería repetir un modelo donde tomas a una niña vulnerable, la colocas frente a las cámaras y después queda sola”, expresó la directora. Este testimonio, publicado en distintas entrevistas, resalta la preocupación ética de quienes deciden trabajar con menores en circunstancias límite.

Determinada a evitar errores pasados, Goher estableció un proceso distinto en “Happy Birthday”. Durante un año completo, la directora colaboró estrechamente con las niñas protagonistas, permitiéndoles participar activamente en la construcción de los personajes y en el desmontaje de escenas, así propiciando una experiencia creativa inclusiva. Pero la iniciativa de Goher no se detuvo tras el rodaje. Una vez concluido el filme, se aseguró de que la niña principal contara con respaldo educativo y artístico, iniciando un proceso de alfabetización con el apoyo de una profesora privada.

El compromiso continuó con la inscripción de la joven actriz en el Centro de Talentos Juveniles de la Ópera de El Cairo, donde recibe formación artística regular. Según confirmó Goher, esta serie de apoyos no responde a un gesto de caridad, sino al sentido de responsabilidad que implica modificar la vida de una niña cuyo futuro podría verse afectado por la exposición mediática. “Quería que se viera a sí misma como artista, no como una niña arrancada de su mundo para una película”, afirmó la realizadora.

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El caso de Lady Tabares continúa siendo un referente internacional, al señalar tanto las posibilidades como los riesgos del cine en menores que llegan sorpresivamente a la fama desde contextos de vulnerabilidad. Al presentar “Happy Birthday” en el PÖFF, el festival de clase A realizado en Estonia, Goher reunió indirectamente las experiencias de Egipto y Colombia, subrayando la importancia de garantizar el acompañamiento duradero a los jóvenes actores más allá del éxito inicial.

Mientras la película busca representar a Egipto en los premios Óscar, Goher insiste en que el mayor logro no será obtener un galardón, sino brindar verdaderas oportunidades futuras a la joven actriz cuya vida ha cambiado precisamente gracias a esta experiencia cinematográfica.

¿Por qué es relevante el precedente de “La vendedora de rosas” para el cine mundial?

El caso de “La vendedora de rosas” —y en particular el destino de su protagonista, Lady Tabares— sigue generando debates en el ámbito cinematográfico sobre cómo el arte puede impactar la vida de sus participantes, especialmente cuando involucra a niñas, niños y adolescentes provenientes de entornos adversos. Según entrevistas y reportes especializados, aquella película colombiana se ha transformado en una referencia ineludible al analizar los riesgos de exponer a jóvenes sin estructuras de apoyo tras la fama.

Esta situación pone sobre la mesa la responsabilidad de directores y productores en el acompañamiento a los menores que alcanzan visibilidad mediante el cine. Para creadoras como Goher, el ejemplo de Lady Tabares demuestra que el éxito artístico debe ir de la mano con soporte educativo, psicológico y social, evitando que la experiencia sea efímera y potencialmente adversa. Así, la discusión sigue vigente y obliga a repensar los procesos cuando se trabajan historias basadas en realidades frágiles.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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