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Inspirada por la obra Macacos del dramaturgo Clayton Nascimento, surgió una propuesta escénica que trasciende la simple representación teatral en Brasil. El grupo creador emprendió el reto de entrelazar danza, poesía y teatro físico para examinar la experiencia de las personas negras, centrándose en el peso emocional y social que conlleva el racismo y en la manera en que el afecto atraviesa sus vidas. Esta puesta en escena no se limita a la denuncia, sino que busca conmover y transformar tanto a los artistas como al público. A través de gestos, movimientos y palabras seleccionadas, se construye un discurso corpóreo donde la identidad y la resistencia encuentran nuevas formas de expresarse.
Henrique Santos, miembro clave del equipo, expresó que el proyecto representa una vía para reconocerse, mirarse a sí mismos y compartir ese reflejo con el mundo haciendo del cuerpo su voz principal. Para Mayara Marcondes, otra de las creadoras, el impulso inicial fue unir lo personal con lo político, poniendo en evidencia situaciones silenciadas. Esta motivación les llevó a buscar una narrativa en la que la expresión artística emergiera como respuesta colectiva a la opresión.
La dirección fue confiada a Nathália Barcelos y la escritura se desarrolló de manera colaborativa, con la participación de Vênus Gaya, Henrique Santos y Mayara Marcondes, bajo la orientación de la profesora Gina Monge Aguilar. El equipo considera a Entre Macacos no solo una obra, sino una forma de convertir el escenario en un espacio de encuentro y resistencia, donde cada función reafirma la importancia de las historias compartidas y del arte como refugio.
Durante una entrevista citada por LA PATRIA, los artistas reflexionaron sobre su visión: el arte entendido como un ejercicio de memoria y libertad. Santos recalcó que cada gesto y cada palabra vienen arraigados en profundas raíces culturales. Isabelli Maria, otra integrante, subrayó la relevancia de la creación grupal, donde la escucha mutua y el respeto posibilitan el proceso creativo conjunto, convirtiéndolo en un acto sanador.
Uno de los momentos más profundos de la pieza ocurre cuando un actor pronuncia la frase en inglés “We exist because we resist” (“Existimos porque resistimos”). Para el colectivo, estas palabras resumen el espíritu de su iniciativa: el arte ejercido como resistencia ante la exclusión y la desigualdad. Nathan Gomes resaltó que estar en Colombia resulta una experiencia valiosa de intercambio y crecimiento, ya que es su primera visita y el festival donde participan les brinda una oportunidad única para dialogar con otras expresiones de teatro y tradiciones.
El montaje integra música en vivo, movimientos coreografiados y palabra poética, invitando a la audiencia a reflexionar sobre la identidad afro y la resiliencia de comunidades que han perseverado a pesar de la adversidad. Mayara Marcondes señaló que el objetivo es provocar sentimientos, sacudir al público y promover la auto reflexión a partir de lo que se experimenta sobre el escenario.
La obra Entre Macacos: un imaginario afro-contemporáneo se presentará hoy, viernes 24 de octubre, a las 8:00 p.m., en el Teatro El Galpón de Bellas Artes. Este evento forma parte del Festival Internacional de Teatro Universitario de la Universidad de Caldas, en su vigésima edición, consolidándose como una contribución significativa en los debates sobre cultura, identidad y memoria dentro y fuera de las fronteras brasileñas.
¿Por qué el montaje de Entre Macacos emplea una creación colectiva?
La elección de la creación colectiva responde a una filosofía donde la obra se nutre de las experiencias, perspectivas y voces de todos sus participantes. En contextos de investigación artística y social como el retratado en Entre Macacos, este método permite articular una visión compartida, en la que lo personal y lo político convergen naturalmente. La obra, construida de manera grupal, favorece el diálogo, la horizontalidad y refuerza el sentido de resistencia comunitaria que busca transmitir en escena.
Esta aproximación fomenta la riqueza narrativa porque cada integrante aporta su historia y sensibilidad al proceso creativo. De acuerdo con lo expresado por los miembros del equipo, la escucha activa y la colaboración son formas de sanar colectivamente, al tiempo que se desafían tanto los esquemas tradicionales del teatro como las estructuras sociales que habitualmente invisibilizan ciertas realidades. Por ello, el montaje colectivo de Entre Macacos resulta esencial para el mensaje que desea comunicar: la fuerza del arte como acto de memoria y de construcción de identidad colectiva.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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