La famosa comenzó contando que decidió encargar otro hijo con su pareja, el actor Lincoln Palomeque, en el segundo semestre de 2018.
“Como nos pasó con Matías, fue muy rápido, en agosto, el mismo mes en el que me embaracé de Matías [en 2016] quede embarazada [en 2018]”, relató la celebridad, pero enseguida contó que nueve semanas después, en un control médico, recibió una noticia que no esperaba.
“El doctor nos dijo que algo no estaba bien, en ese momento sentimos miedo, angustia y un dolor profundo, a este chiquit@ no le latía el corazón. De inmediato el doctor nos dijo que tenía que hacer un legrado, nunca voy a olvidar esta palabra tan dura y compleja para el 30 % de las mujeres que, sin importar la edad o situación, tenemos una pérdida”, narró Carolina, y agregó:
“Recuerdo muy bien que en ese momento Lincoln me apretó muy fuerte la mano y lo único que dije fue: ‘Es tu voluntad señor, que se haga lo que tú consideres mejor, y si ese bebé no llegó a este mundo es por algo, tus decisiones y tus tiempos son perfectos’.
Pese a esa pérdida, la presentadora guardó la esperanza de darle un hermanito a su hijo. Por eso, desde enero, empezó nuevamente a buscar embarazarse. Sin embargo, según cuenta, “no ha sido tan rápido, ni tan fácil” poder engendrar a Guadalupe o Salvador, como espera llamar a su próximo heredero.
En medio de su historia, Cruz también compartió un mensaje para quienes la presionan con lo de tener otro hijo o la critican por buscar un bebé a su edad, así como para las mujeres que han sufrido una pérdida como la suya.
“Cuando la gente me pregunta: ‘¿Para cuándo el otro?’ ‘¿Ya la dejó el bus?’ ‘¿‘Está vieja?’, yo solo pienso… si la gente supiera el daño que hace con sus palabras, hablando por hablar sin conocer las situaciones de las personas, creo que no lo harían o por lo menos pensarían antes de hablar. Este post va dedicado a todas esas mujeres que como yo han tenido una pérdida y lo han ocultado, han guardado el dolor o sencillamente no lo han podido superar. Dios es perfecto y sus planes también, todo tiene un para qué y con el tiempo aprendemos a entenderlo”, puntualizó.
Aquí dejamos el relato completo de Carolina, que está acompañado de una fotografía de ella antes del legrado que tuvieron que practicarle.
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