Colombia se ha convertido en uno de los países del mundo que adoptó entre sus políticas la reducción de la jornada laboral, una iniciativa que promueve desde hace años la Organización Internacional del Trabajo, OIT.

“En la actualidad, las empresas en Colombia debemos entender que la flexibilidad es una fortaleza, bien sea en el marco de número de horas laborales a la semana o del lugar de trabajo, debemos tener la capacidad de instruir a nuestros colaboradores en dos puntos principales: herramientas TIC y autonomía laboral enfocada en resultados”, apuntó Carlos Gaviria, gerente general de Softland Colombia.

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En el 2021, el país se sumó a la lista de economías que promueven la reducción de la jornada laboral como un derecho de los empleados para generar más bienestar emocional, al tiempo que lleva a las empresas a mejorar su capacidad productiva.

Se debe mencionar que esta metodología de trabajo es aplicable a la mayoría de los mercados, pero cada uno cuenta con sus retos particulares para la optimización del rendimiento en los trabajadores. En Colombia es clave el desarrollo de estrategias de digitalización que fortalezcan este nuevo modelo.

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Una de las soluciones que responden a esta necesidad son las herramientas Cloud (en la nube) propuestas por empresas como Softland que permiten a los colaboradores tener la capacidad de trabajar remota o presencialmente, de manera simultánea y con una disponibilidad de información instantánea, de esta forma el recurso será más productivo y destinará su tiempo a cosas de mayor prioridad.

La Organización Internacional del Trabajo recomienda la reducción de jornada laboral. A partir del 15 de julio de 2023, los trabajadores colombianos verán una reducción en la jornada laboral. Pasará de 48 a 47 horas semanales. Una medida en línea con el salario emocional. Esta vez no por iniciativa de las empresas, sino del Estado.

La medida busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores del país. No afectará sus derechos adquiridos ni las condiciones de los contratos vigentes.

Desde 1935, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho llamados a los países miembros para que reduzcan la jornada laboral de 48 a 40 horas.

El Congreso de Colombia aprobó en 2021 la Ley 2101 que disminuirá las horas semanales de forma gradual. En el 2023, a 47 horas semanales; pasará a 46 horas en 2024; en 2025 será de 44 horas, y en 2026, de 42 horas.

Colombia es uno de los países latinoamericanos que tiene más horas de trabajo a la semana. Por ejemplo, en Ecuador es de 40 horas; en Brasil de 44 horas, en Chile es de 45 horas, mientras que, en Argentina, de 48 horas.

Menos horas a la semana, más salario emocional

La jornada laboral de ocho horas diarias de trabajo se debe al movimiento obrero mundial a partir de 1917. Hoy los países exploran establecer semanas laborales más cortas.

Con esto buscan que sus colaboradores aprovechen más el tiempo con sus familias, disminuyan su estrés, cumplan metas educativas y descansen más para asumir la jornada laboral con más eficiencia. El impacto en el bienestar de los empleados es inocultable.

La OIT asegura que, al disminuir la jornada de trabajo, hay un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal. A las empresas les puede aportar más productividad, menos índices de ausentismo, baja rotación del personal y mejoría en las actitudes y la motivación de los trabajadores.

En este momento, 73 empresas del Reino Unido, con más de tres mil trabajadores, desarrollan un experimento de la reducción de la jornada laboral a solo cuatro días.

En los tres primeros meses, seis empresas revelaron que su productividad había experimentado un crecimiento significativo y solo dos manifestaron que había bajado. Las 65 compañías restantes afirmaron que sus rangos de productividad se habían mantenido o mejorado. En consecuencia, la mayoría considera probable o muy probable que implementen este modelo cuando se acabe el experimento.

Las empresas y la reducción de la jornada laboral

Aunque la Ley 2102 de 2021 establece que la reducción de la jornada laboral es paulatina y gradual en Colombia, las empresas colombianas pueden optar por acogerse de una vez a la semana laboral de 42 horas, desde julio de 2023.

Según el estudio Regreso a la Oficina 2022, el 83 % de los colombianos aceptaría una jornada laboral de 4 días y el 24 % consideraría dejar su empresa actual y buscar un empleo nuevo si no se le ofrece flexibilidad de dónde y cuándo trabajar.

La adopción de la nueva jornada laboral dependerá de cada organización, del sector económico al que pertenece y de la mentalidad de sus dueños y directivos. Sin embargo, en el país ya hay empresas que han comenzado a implementarla.

Es el caso de una compañía de artículos de aseo que, en enero de este año, inició con el personal administrativo y luego siguió con los trabajadores de la planta de producción. Hoy dice que el resultado ha sido “estruendosamente espectacular”: la productividad ha crecido un 120 % con respecto al año anterior, y con el mismo personal.

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No es necesario aumentar la nómina

Desde la discusión de la Ley 2102, varios gremios del país se opusieron y quizás lo siguen haciendo. Asocian la disminución de la semana laboral con un aumento del número de trabajadores o de las horas extras. Como en todo, tendrán que evolucionar y adaptarse, hasta que aprendan que, al contrario, al trabajar menos y de forma más inteligente, priman la confianza, la lealtad y el sentido de pertenencia de los trabajadores con sus empresas. Que es lo mismo que sucede cuando las compañías introducen estrategias de salario emocional.

En otras empresas la adopción de la nueva jornada laboral dependerá de sus procesos internos y de su organización. Muchas, si se enfocan en lo positivo que trae, deberán solucionar otros problemas sobre la marcha para implementarla.

Aplicación de reducción en la jornada laboral

Entre las posibilidades empresariales para aplicar la reducción de la jornada laboral se encuentran el teletrabajo en cargos directivos y administrativos, reducir el tiempo de las reuniones de trabajo, por ejemplo, que no duren más de 30 minutos, y dedicar menos tiempo a responder correos electrónicos.

También, desarrollar campañas de motivación para ser más eficientes y productivos, y no bajar la guardia en el logro de los objetivos estratégicos de cada empresa. Al mismo tiempo, revisar y adecuar los procesos productivos, simplificarlos y concentrarse en los que generan valor, para que los trabajadores alcancen los objetivos en menor tiempo.

Las empresas pueden apoyarse en indicadores que midan el desempeño y la eficacia de los empleados con sus propias herramientas. Asimismo, evaluar si adquieren o actualizan tecnologías que automaticen procesos internos y ayuden a agilizarlos, para que la producción sea más eficiente. Varias de estas implementaciones exigirán el reentrenamiento o la capacitación del personal. Solo en casos excepcionales se programarían horas extras.

Las empresas y el Estado colombiano están cada vez más comprometidos con el bienestar y la calidad de vida de los trabajadores. Las compañías deben prepararse para iniciar en 2023 la reducción de la jornada laboral paulatina y así evitar fallos en la implementación.

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