En días recientes, un comentario en redes sociales calificó a los centros comerciales como espacios “para pobres”. Más allá de la ligereza de esa afirmación, Mall & Retail, a partir del análisis del Mapa Nacional de Centros Comerciales, decidió confrontarla con datos que muestran una realidad muy distinta: los malls en Colombia son verdaderos polos de atracción económica, diseñados estratégicamente para servir a zonas de estratos medios y altos, con gran capacidad de consumo y con niveles de ventas que los ubican entre los más eficientes de América Latina
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Estrategia de localización: presencia en estratos medios y altos
Uno de los principales indicadores para entender la dinámica de los centros comerciales es el estrato socioeconómico de las zonas donde se ubican. De los 40 centros más representativos analizados en las seis principales ciudades del país, el 47,5 % está localizado en áreas donde predomina el estrato 4, mientras que el 20 % se encuentra en estratos 5 y 6. Tan solo un 32,5 % corresponde a sectores de estratos 2 y 3.
En otras palabras, casi siete de cada diez centros comerciales en Colombia se desarrollan en territorios de clase media y alta. Este patrón no es casual: responde a estudios de mercado que identifican áreas con capacidad adquisitiva, alta densidad poblacional y flujos constantes de visitantes. El mall, más que un espacio de compra, es un nodo de ciudad que se ubica estratégicamente en los sectores con mayor potencial de gasto.




Capacidad de consumo: un mercado sólido
El segundo gran indicador es la capacidad de consumo anual de los hogares en un radio de 2 kilómetros alrededor de los centros comerciales. El estudio reveló un promedio de $5,08 billones al año, que corresponden a un promedio de ingresos familiares mensuales de $ 8.496.250 con zonas de influencia media de 49.867 hogares.
Este nivel de ingresos refleja la consolidación de una clase media urbana robusta que sostiene el dinamismo del retail. Para dimensionarlo, basta recordar que el ingreso promedio de estas zonas es casi cuatro veces superior a la línea de referencia para hogares en cabeceras municipales establecida por el DANE. Es decir, las áreas de influencia de los centros comerciales concentran hogares con poder adquisitivo suficiente para dinamizar las ventas y atraer marcas nacionales e internacionales.
Productividad comercial: ventas por metro cuadrado
Un tercer indicador que confirma la fortaleza de los malls es la venta promedio por metro cuadrado, métrica estándar para evaluar la eficiencia en retail. En los 40 centros analizados, el promedio alcanzó $998.432 mensuales por m², cifra que refleja un consumo constante y de alto valor.
Algunos proyectos icónicos superan con amplitud este promedio: casos como en Bogotá, y Cartagena registran ventas superiores a $1,5 millones por metro cuadrado al mes, situándolos entre los más productivos de la región.
Estos niveles de desempeño son el resultado de una mezcla comercial adecuada, estrategias de mercadeo consolidadas y un flujo de visitantes que no solo compra, sino que busca experiencias de entretenimiento, gastronomía y servicios integrales.
El Top 10 de los centros comerciales más fuertes de Colombia
Con la ponderación de las tres variables —estrato socioeconómico (30 %), capacidad de consumo anual (35 %) y ventas por metro cuadrado (35 %)— Mall & Retail elaboró el ranking de los 10 centros comerciales más fuertes del país en 2024. El listado evidencia la diversidad regional y la solidez de los principales actores:
- Unicentro Bogotá.
- Andino Bogotá.
- Parque La Colina Bogotá.
- El Tesoro Medellín.
- La Serrezuela Cartagena.
- Viva Envigado (Medellín).
- Santafé Medellín.
- Jardín Plaza Cali.
- Mall Plaza Buenavista Barranquilla.
- Titán Plaza Bogotá
El ranking refleja que Bogotá lidera con cuatro representantes, Medellín aporta tres, mientras que Cartagena, Cali y Barranquilla complementan el listado con proyectos que han transformado la dinámica comercial de sus ciudades. Cada uno de estos centros se ha consolidado como referente regional, no solo por sus cifras de ventas, sino por su capacidad de crear comunidad, generar empleo y atraer turismo.
Centros comerciales: más que espacios de compra
Los malls se han convertido en ecosistemas urbanos donde confluyen comercio, entretenimiento, gastronomía, servicios financieros, coworking y cultura. Su éxito no depende únicamente de la oferta de tiendas, sino de la experiencia integral que brindan al visitante. Este modelo explica por qué, en 2024, el sector registró ventas superiores a los 44 billones de pesos, según Raddar con una tasa de vacancia promedio inferior al 10 %, lo que confirma la fortaleza de la demanda inmobiliaria y la confianza en el formato.
Además, los proyectos más recientes tienden a combinar usos mixtos, integrando oficinas, vivienda y hoteles, lo que refuerza su papel como nodos urbanos de gran escala. Ejemplos como Viva Envigado en Medellín o La Serrezuela en Cartagena muestran cómo el centro comercial es también una pieza clave para revitalizar sectores urbanos, atraer turismo y generar valor a largo plazo.
Los datos hablan con claridad: los centros comerciales en Colombia no son espacios marginales, sino motores de consumo y desarrollo. Su ubicación en zonas de estratos medios y altos, la capacidad de gasto de los hogares en sus áreas de influencia y sus altos niveles de ventas por metro cuadrado confirman su papel estratégico en la economía nacional.
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Para Leopoldo Vargas Brand CEO de Mall & Retail “El Top 10 de los más fuertes en 2024 ratifica que los malls colombianos son proyectos sólidos, competitivos y diversificados regionalmente. Su aporte va mucho más allá de las compras: son generadores de empleo, dinamizadores de inversión y espacios de encuentro social y cultural”.
“En un contexto económico donde el consumo enfrenta desafíos, los centros comerciales continúan mostrando resiliencia y capacidad de adaptación. Más que un simple lugar de compras, son una infraestructura vital para la vida urbana contemporánea”. Señalo Vargas Brand.
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