Continuando con el análisis del Mapa Nacional de Retail 2025 elaborado por Mall & Retail en esta edición seguiremos en la categoría restaurantes y en especial la preferencia de platos de pollo, un producto de consumo masivo que, más allá de ser un plato tradicional en la mesa de los colombianos, se ha convertido en un motor económico de gran peso para el sector de la comida fuera del hogar.
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El Mapa de Percepción de la Oferta Gastronómica en Centros Comerciales, también, confirma que el pollo se ha consolidado como una de las comidas más atractivas en los ‘malls’. Según el estudio, el 18,5 % de los visitantes a centros comerciales manifiestan su preferencia por el pollo al momento de decidir dónde comer, lo que lo convierte en la segunda categoría gastronómica más demandada, solo superada por las hamburguesas.
Este resultado reafirma que el pollo no es únicamente un alimento de consumo cotidiano, sino una categoría que define la experiencia de visita a los centros comerciales, al ser percibida como accesible, familiar y de buena relación calidad-precio.




Más allá del comportamiento en ‘malls’, es necesario dimensionar el consumo de pollo en el país. De acuerdo con la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), en 2024 la producción nacional de carne de pollo alcanzó 1,8 millones de toneladas, que de acuerdo con estimaciones equivale a cerca de 900 millones de aves.
Sin embargo, no toda esta producción llega al canal de restaurantes. Una parte significativa se destina al consumo en hogares, ya sea en supermercados, plazas de mercado o tiendas de barrio.
Se estima que alrededor del 20 % de la producción nacional se consume en restaurantes, tanto organizados como populares, lo que equivale a 180 millones de pollos anuales, representando cerca de $ 5,4 billones lo que pone en perspectiva el peso del pollo en la economía gastronómica de Colombia.
En este universo, los restaurantes de pollo organizados en centros comerciales ocupan un lugar privilegiado. De las 65 empresas analizadas en el Mapa Nacional del Retail, 11 corresponden a esta categoría, que en conjunto reportaron ventas por $ 2,49 billones de pesos en 2024, equivalentes al 28,7 % del total de las compañías estudiadas. Esto evidencia que el pollo, además de ser un producto popular, es uno de los más escalables y competitivos dentro del ‘retail’ gastronómico colombiano.
Dentro de las marcas organizadas, el ranking por unidades anuales vendidas muestra el peso relativo de cada jugador. Frisby se ubica como la cadena líder de pollo en el país, se estima que vende cerca de 12,5 millones de unidades al año. Su cobertura nacional y su posicionamiento como marca familiar le han permitido consolidar un volumen de ventas que la convierte en referente indiscutible del sector.
En segundo lugar, es para Tiendas Ara, que, si bien no es una cadena de restaurantes, sí ha logrado consolidarse como un jugador clave en esta categoría. Sus cifras son contundentes: 11,4 millones de pollos asados vendidos al año, equivalentes a 950.000 al mes y más de 31.000 diarios.
Este volumen convierte al pollo preparado en uno de los productos más relevantes de su surtido y confirma que Ara, incluso sin un formato gastronómico convencional, supera en escala a varias de las marcas tradicionales de centros comerciales.




Cuáles son las marcas que más pollo venden después de Frisby y Ara
El tercer lugar aparece KFC, que reportó la venta de 850.000 unidades al mes, lo que equivale a 10,2 millones de pollos al año. Su modelo de operación global, basado en estandarización y eficiencia en el servicio, le permite sostener volúmenes que la ubican como una de las marcas internacionales más sólidas en el país.
En el cuarto lugar se ubica Kokoriko, una de las cadenas históricas del mercado colombiano. Con ventas de más de 1,3 millones de unidades al año, lo que mantiene a la marca como uno de los referentes de tradición en la categoría, a pesar de enfrentar una competencia cada vez más fragmentada y dinámica.
Al sumar todas estas cifras, queda claro que el pollo es una categoría transversal en el ‘retail’ colombiano: mueve decenas de millones de unidades en las principales cadenas, cientos de millones si se considera el canal popular, y billones de pesos en ingresos que sostienen la economía gastronómica del país.
Desde Frisby y KFC en los centros comerciales, pasando por Ara y Kokoriko, hasta llegar al supermercado de la esquina o al asadero de barrio, el pollo es un producto que conecta con el consumidor colombiano en todos los estratos y formatos.
Para Leopoldo Vargas Brand CEO de Mall & Retail, “el pollo no es únicamente un plato de consumo cotidiano, sino una categoría estratégica para los centros comerciales y las marcas. Representa la segunda preferencia gastronómica de los visitantes, concentra más de una cuarta parte de las ventas de las empresas analizadas, y moviliza millones de unidades al año tanto en el canal organizado como en el popular”.
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