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Colombia ha marcado un precedente relevante en su desarrollo agroindustrial al concretar la primera exportación oficial de carne de pollo al exigente mercado japonés. El debut colombiano se llevó a cabo con el envío de 12,000 kilogramos de producto, avalado por una autorización sanitaria obtenida en 2015. Esta operación fue realizada por Cargill Food Latinoamérica, a través de Pollos El Bucanero S.A., respetando cada uno de los requisitos impuestos por las autoridades sanitarias de Japón, uno de los países más estrictos en materia de seguridad alimentaria. Según la información presentada, esta exportación representa un paso fundamental, ya que Japón ocupa el sexto lugar global como importador de carne de pollo, con adquisiciones superiores a 1.1 millones de toneladas en 2024.
Este logro se traduce en un reconocimiento a la mejora continua de la industria avícola colombiana en términos de calidad, sanidad e inocuidad. La gerente general del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Paula Andrea Cepeda, enfatizó que la apertura de este mercado implica un diálogo permanente con regulaciones exigentes y demuestra la credibilidad lograda por el sector productivo nacional. Para Colombia, el acceso al mercado japonés significa validación internacional y la conquista de una frontera comercial con enormes posibilidades de crecimiento y diversificación exportadora.
El presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Gonzalo Moreno, apuntó que esta exportación es prueba del compromiso y la capacidad del país para producir proteínas de alta calidad. La presencia de Colombia en destinos previos, como Cuba, México, Perú y Namibia, y las negociaciones en curso con China, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos, reflejan un despliegue estratégico orientado a ampliar la huella colombiana en los principales mercados internacionales de alimentos.
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) destacó el papel fundamental de la certificación y vigilancia estricta para infundir confianza en otros países importadores. Según el Invima, ese rigor eleva la reputación de Colombia y facilita el ingreso a nuevos mercados. Esta exportación, por lo tanto, evidencia la capacidad institucional de articular esfuerzos públicos y privados para cumplir con estándares internacionales y enfrentar barreras no arancelarias, comúnmente impuestas en mercados altamente competitivos.




A nivel global, el Ministerio de Agricultura de Colombia y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han subrayado el impacto positivo de las exportaciones agroindustriales sobre la economía nacional. Adaptarse a las normativas internacionales, como las estipuladas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), fortalece la presencia del país en cadenas globales de valor. Estos esfuerzos, además de impulsar el crecimiento económico, promueven la adopción de prácticas sostenibles y la innovación tecnológica, de acuerdo con tendencias señaladas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por otra parte, la entrada al mercado japonés puede abrir oportunidades para la cooperación técnica y el intercambio de conocimientos en el ámbito agropecuario entre Colombia y Japón. Este aspecto va más allá de lo comercial y abarca mejoras en sostenibilidad y seguridad alimentaria, consolidando la imagen de Colombia como proveedor confiable y competitivo ante mercados internacionales. Así, el hito alcanzado constituye una referencia para Latinoamérica, confirmando que una producción con altos estándares puede superar barreras y consolidarse en escenarios globales estratégicos.
¿Por qué Japón exige estándares sanitarios tan altos para la importación de carne de pollo?
Japón es conocido por su estricta regulación sanitaria y de inocuidad alimentaria, lo que obedece a la protección de la salud pública y la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos. Sus autoridades imponen controles severos para verificar que los productos importados cumplan procedimientos de producción, procesamiento y empaque que garanticen la seguridad del consumidor. La exigencia de estos estándares motiva a los países exportadores a optimizar su logística y estructura productiva, abriendo oportunidades solo para quienes cumplen rigurosamente cada requisito. Para Colombia, superar estas exigencias equivale a obtener una validación de calidad que puede facilitar el ingreso a otros mercados internacionales con perfiles similares.
¿Qué implica para Colombia negociar la entrada a nuevos mercados como China y Estados Unidos?
El proceso de negociación para acceder a nuevos mercados, como China y Estados Unidos, representa un desafío estratégico para el sector avícola y la economía nacional. Estos destinos, al igual que Japón, presentan barreras sanitarias, aduaneras y logísticas que requieren una articulación eficiente entre actores privados y entidades del Estado. Lograr la aprobación para exportar implica invertir en la adaptación de los sistemas de producción y vigilancia, así como en la capacitación del talento humano. Para Colombia, abrir estos mercados significaría diversificar las exportaciones, reducir la dependencia de mercados tradicionales y fortalecer la imagen del país como proveedor confiable de alimentos, alineado con normas internacionales y las tendencias mundiales de seguridad alimentaria.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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