Portal de economía y negocios especializado en información del dólar, bolsas de valores, inversiones, otros mercados de capitales, indicadores económicos, criptomonedas, empresas y economía de bolsillo, entre otros temas del día a día.
Halloween en Colombia se ha transformado en algo mucho más amplio que una simple tradición cultural, posicionándose como un termómetro de nuevas prácticas de consumo que marcan el rumbo del mercado, especialmente en lo relacionado con la moda de temporada. Aunque persiste la costumbre de ver a los más pequeños recorrer las calles en busca de dulces, la verdadera evolución se encuentra detrás del comercio de disfraces y de los debates que estos generan respecto al consumo responsable y el uso de recursos textiles. Este fenómeno, que ha crecido en los últimos años, pone en evidencia cambios profundos en la dinámica de compras y en la forma como los consumidores valoran la sostenibilidad.
De acuerdo con las encuestas, aproximadamente el 73% de los ciudadanos en Colombia celebra Halloween y más del 70% planea utilizar un disfraz para la ocasión. Estas cifras reafirman la importancia de la celebración dentro del calendario nacional. Sin embargo, lo que antes era una práctica de usar y guardar, o incluso desechar los disfraces después de una sola ocasión, está siendo reemplazada por una nueva lógica de reutilización. Según información de GoTrendier, la plataforma de moda de segunda mano más relevante en Latinoamérica, la reventa de disfraces entre octubre y noviembre de 2024 alcanzó las 4.553 unidades, con un valor superior a 159 millones de pesos, predominando entre los infantiles y femeninos. La Country Manager, Ana Jiménez, subraya cómo este comportamiento evidencia una creciente conciencia respecto a prolongar la vida útil de estas prendas, no solo para reducir gastos sino para cuidar el entorno.
Este cambio, más allá del aspecto económico, está vinculado con la preocupación ambiental. El Banco Mundial estima que la industria textil mundial es responsable de hasta el 10% de las emisiones de carbono y el 20% de las aguas residuales generadas por el hombre, por lo que la reutilización de disfraces y prendas cobra un valor crucial para la sostenibilidad. Si bien en Colombia aún no existen cifras concretas sobre el impacto puntual de los disfraces, la existencia de plataformas como GoTrendier, que agrupa ya a más de cuatro millones de usuarios y suma 35 millones de artículos listados, deja ver el avance hacia un consumo más consciente.
Factores económicos también han incentivado esa tendencia. Datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan que la inflación superó el 10% en 2023, empujando a las familias a analizar mejor cada gasto y a inclinarse por opciones de segunda mano. Así lo confirma Fenalco, al informar que el 65% de los colombianos ha ajustado su presupuesto en artículos de ocasión, incluyendo los disfraces. De este modo, la moda circular aparece no solo como una alternativa ambientalmente responsable sino como una estrategia adaptativa vital para los hogares.




Sin embargo, el desarrollo del mercado de segunda mano en Colombia enfrenta retos como la falta de regulación clara y los temores culturales relacionados con lo ‘usado’. No obstante, reportes de El Espectador y Portafolio coinciden en que los jóvenes —especialmente la llamada generación Z— son quienes impulsan este cambio, mostrando menos prejuicio y mayor disposición a participar en la economía circular de la moda.
A nivel internacional, países como Estados Unidos y España han fortalecido el reciclaje de disfraces a través de plataformas digitales, mientras que Colombia resalta por su rápida adopción de estos hábitos, pese a contar con una red de reciclaje textil menos robusta, según la Red de Economía Circular de América Latina. Todo esto revela que las celebraciones estacionales, como Halloween, son hoy una oportunidad para repensar hábitos de consumo, abrir el debate sobre el desarrollo de mercados sostenibles y sentar las bases para un “clóset infinito” que beneficie tanto al medioambiente como a los bolsillos de los colombianos.
Fuentes de este artículo: datos suministrados por GoTrendier, análisis del Banco Mundial, encuestas del DANE, estudios de Fenalco, reportajes de El Espectador y Portafolio, y cifras de la Red de Economía Circular de América Latina.
¿Por qué la moda circular es relevante en la economía actual? La pregunta sobre la importancia de la moda circular surge a raíz del impacto que el consumo tradicional tiene sobre el medioambiente y la economía familiar. En el contexto actual de inflación y preocupación ambiental, reutilizar y revender ropa, como los disfraces de Halloween, se convierte en una estrategia práctica y sostenible, demostrada por el auge de plataformas dedicadas al comercio de segunda mano.
Los datos del Banco Mundial y la experiencia de plataformas como GoTrendier sugieren que la moda circular permite prolongar la vida útil de prendas, minimizando residuos y aportando a la reducción de emisiones y aguas residuales. Dicho modelo, que ya es tendencia en otros países, se impone como respuesta necesaria en un mundo que exige soluciones responsables tanto para el bolsillo como para el planeta.
¿Qué es la economía circular y cómo se aplica a la moda? La economía circular es un modelo que busca mantener productos, materiales y recursos en circulación el mayor tiempo posible, en contraposición a la lógica tradicional de “comprar-usar-tirar”. En la moda, esto se traduce en la reutilización, reventa y reciclaje de prendas para disminuir el desperdicio textil y fomentar hábitos de consumo conscientes.
En Colombia, este concepto ha encontrado un terreno fértil en celebraciones como Halloween, donde los disfraces de segunda mano son cada vez más populares. Si bien aún existen retos como la mejora de infraestructuras para el reciclaje y barreras culturales, el crecimiento de plataformas de moda usada refleja que la economía circular está consolidando un impacto social y ambiental significativo.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO