Luego de un mes de su fallecimiento, los hijos de Freddy Rincón siguen conmovidos, pero han retomado sus actividades para continuar con el legado de su papá en diferentes profesiones relacionadas al ámbito deportivo.
El mayor sigue en Colombia, mientras que Sebastián se marchó al club Barracas de Argentina, donde ha tenido un buen cierre de temporada con dedicatorias a su padre y otros homenajes.
Recientemente, Fredy Stiven, el más grande, dio a conocer la nueva lápida que tiene la tumba del ‘Coloso’. El joven compartió la fotografía antes de que la fuera puesta en el cementerio al que están yendo muchos colombianos a visitarlo.
(Vea también: Las mujeres que se robaron el corazón de Freddy Rincón y que lloran su partida)
Lápida y tumba de Freddy Rincón en Cali
El número de la tumba fue quitado durante un tiempo por las casas de apuestas y las loterías de Colombia porque estaba siendo muy usado. Ahora, en la nueva lápida, esto es lo menos vistoso.
Para conmemorar a su padre, los hijos de Freddy Rincón le pusieron a la lápida la fotografía del gol a Alemania en el Mundial de 1990, acompañada de 2 balones de fútbol.
También, para hacerle honor a la música que tanto lo hizo bailar y disfrutar, la lápida tiene 2 maracas que sirven como soporte para que sus visitantes le pongan flores.
Además, hay una larga reseña en la que se recuerda al ídolo de muchos y quien marcó a más de una generación de colombianos.
Así es como se ve la nueva lápida de Freddy Rincón:
Dónde está la tumba de Freddy Rincón
En el Cementerio Metropolitano del Sur de Cali quedaron los restos del ‘Coloso de Buenaventura’. En esa ciudad vivió durante muchos años y quedó marcada en sus afectos.
La población local también siente un aprecio especial por el exfutbolista colombiano y por eso es que sus seguidores llegan hasta este lugar para darle un agradecimiento póstumo.
En un video compartido por QHubo Cali, uno de los trabajadores del lugar dio a conocer lo muy visitada que se ha convertido la tumba de Freddy Rincón.
“Han venido muchos espectadores y preguntan dónde queda el lote y la tumba. Uno los lleva y la gente se echa la bendición, le ponen su cartica; miran y arreglan la tumba. Todos son respetuosos“, dijo el hombre.
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