Lo sucedido este domingo en el máximo escenario deportivo de Medellín previo al juego que iban a disputar Atlético Nacional y América de Cali provocó el rotundo rechazo del alcalde de la capital antioqueña.

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El ingreso de integrantes de la barra brava del club ‘verdolaga’ al terreno de juego hizo que fuera necesaria la presencia del Escuadrón Móvil Antidisturbios, que terminaron chocando durante varios minutos contra algunos aficionados.

Esta situación de caos terminó con el aplazamiento del juego y un anuncio drástico por parte del máximo dirigente de la ciudad.

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El mandatario aseguró que a partir de ahora no se prestará más vigilancia por parte de la Alcaldía en el Atanasio Girardot al equipo antioqueño hasta que no se llegue a un acuerdo de seguridad entre las barras y los dirigentes del equipo.

De acuerdo con el alcalde, para cada partido de Nacional se disponen 800 policías que son sacados de las calles para ir a cuidar el Atanasio Girardot.

Su postura fue reiterada en la mañana de este lunes, luego de que trinara que el club es el encargado de contratar la seguridad necesaria para cada compromiso.

“Tener que sacar 800 policías de la calle para ponerlos a cuidar un partido de Nacional que es un negocio privado es inaceptable. La ley es clara en que son las directivas las que deben contratar servicios de vigilancia privada”, agregó.

En su publicación compartió el artículo 62 del Código de Policía, donde se asegura que la responsabilidad de la seguridad de los espectáculos es responsabilidad única de los organizadores.

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“En casos excepcionales de riesgo grave a la convivencia y a la seguridad ciudadana, la Policía Nacional podrá, sin descuidar sus responsabilidades frente al resto de la población, complementar la seguridad privada en las actividades que involucran aglomeraciones de público complejas”, se lee en lo compartido por el alcalde.