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Cuando éramos pequeños, al salir de paseo con la familia, una advertencia recurrente antes de entrar en la piscina o en el mar era no hacerlo inmediatamente después de comer. Esta prohibición nos causaba por las grandes ansias de salir corriendo a aprovechar el agua.
Se solía decir que era peligroso y que lo adecuado era tomarse un tiempo para reposar tras la comida. Pero ahora somos adultos y nunca pudimos aclarar esta duda, ¿realmente es arriesgado entrar al mar o a la piscina después de alimentarnos?
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¿Se debe reposar antes de entrar a la piscina?
La creencia popular de esperar después de comer y antes de nadar se fundamenta en la idea de que al ingerir alimentos la sangre se concentra en el estómago para la digestión, reduciendo el flujo hacia los músculos y potencialmente causando calambres.
Se dice que estos calambres podrían comprometer la habilidad de nadar o flotar, aumentando el peligro de ahogamiento. A pesar de que toda nuestra infancia nos hicieron creer esto, no hay respaldo médico que justifique esta teoría.
Sin embargo, se aconseja esperar un tiempo tras comer antes de realizar actividad física intensa para permitir una digestión más cómoda y prevenir posibles molestias estomacales.
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Aunque la precaución es sensata, la relación directa entre comer y nadar no está científicamente probada como una amenaza significativa para la seguridad en el agua.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.
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