El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El sector editorial en América Latina se distingue por la significativa participación de mujeres en su fuerza laboral, de acuerdo con un estudio realizado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc). A pesar de este predominio, la presencia femenina no se refleja en puestos de liderazgo ni en condiciones igualitarias. De acuerdo con datos recopilados en Argentina, Colombia, Chile, Guatemala y Perú, persisten obstáculos que restringen el acceso de las mujeres a cargos de dirección, revelando la permanencia de los denominados techos de cristal y jerarquías de género en las estructuras editoriales, especialmente en empresas de mayor tamaño.
El informe titulado “Participación de las mujeres en el sector editorial latinoamericano” se basó en datos cuantitativos y entrevistas a 278 editoriales y 139 trabajadoras. Sus resultados indican que solo el 37,5 % de las mujeres ocupan cargos directivos y que, incluso entre ellas, la mayoría lidera en áreas de edición (82,4 %). Por su parte, el 62,5 % de las mujeres se concentra en roles no directivos. Esta distribución perpetúa estereotipos tradicionales y limita la representación femenina en espacios de toma de decisiones, afectando la amplitud y diversidad de las publicaciones.
Las condiciones laborales dentro de las editoriales latinoamericanas agravan la desigualdad: el 81 % de las mujeres trabajadoras lo hace en una única editorial, pero más de la mitad debe buscar trabajos adicionales, mayormente en docencia, para garantizar ingresos estables. Esta situación, además de disminuir las oportunidades de desarrollo profesional, supone desafíos particulares para quienes enfrentan la maternidad o tareas de cuidado, las cuales no suelen estar reconocidas ni apoyadas por la estructura empresarial, según lo han destacado organismos como ONU Mujeres y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La escasa representación femenina en puestos de liderazgo se traduce en una menor diversidad de voces y temas en los catálogos editoriales. Margarita Cuéllar, directora del Cerlalc, comenta que la presencia de mujeres afrodescendientes, por ejemplo, en cargos directivos podría incrementar la visibilidad de autoras y narrativas afrodescendientes, fortaleciendo así la bibliodiversidad, término que refiere a la variedad cultural en la producción editorial. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) respalda la idea de que un liderazgo diverso amplía las perspectivas publicadas y contribuye a la transformación de las normas culturales dominantes.




En comparación, naciones como España y Canadá han avanzado más en la promoción de equidad de género dentro de sectores creativos, estableciendo políticas públicas y gremiales que impulsan el liderazgo femenino mediante cuotas y programas de apoyo. En América Latina, este tipo de medidas aún presentan avances incipientes y una limitada implementación formal, lo que contribuye a la persistencia de la desigualdad de género en el ámbito editorial.
El Cerlalc, junto con la UNESCO, no solo visibiliza estas brechas sino que también impulsa iniciativas de formación para mujeres interesadas en el emprendimiento editorial y la gestión eficiente de negocios, buscando enfrentar la informalidad y la precarización laboral. Además, la divulgación de sus hallazgos en espacios públicos como la Feria Internacional del Libro de Guayaquil ha resultado clave para abrir un debate informado sobre género y liderazgo en la región.
En conclusión, aunque las mujeres conforman la base del sector editorial latinoamericano, resta mucho para conquistar el acceso equitativo a posiciones directivas y condiciones laborales justas. El estudio evidencia que alcanzar una verdadera equidad y diversidad exige políticas integrales, respaldo institucional y una transformación cultural dentro del mundo editorial.
¿Qué significa "techos de cristal" y cómo afectan al sector editorial? El término "techos de cristal" describe aquellas barreras invisibles que dificultan o impiden a las mujeres acceder a los puestos más altos en la estructura organizacional, a pesar de su presencia mayoritaria en la fuerza laboral. En el caso del sector editorial latinoamericano, aunque las mujeres conforman la mayor parte de quienes trabajan en editoriales, pocas acceden a cargos gerenciales o de alta dirección. Este fenómeno perpetúa la desigualdad y limita el alcance de la diversidad tanto en las decisiones como en los productos editoriales.
¿Por qué es importante la bibliodiversidad en la producción editorial? La bibliodiversidad, entendida como la diversidad cultural reflejada en los catálogos y publicaciones de una editorial, es clave para representar distintas voces y perspectivas dentro de una sociedad. Cuando hay diversidad en el liderazgo y en la toma de decisiones editoriales, se amplía el repertorio de obras y autoras representadas, lo que enriquece el mercado cultural y contribuye al diálogo social. La bibliodiversidad es vista como un valor fundamental para democratizar el acceso a la cultura y para visibilizar narrativas antes excluidas.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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