En la plaza principal del municipio de Filandia, en el departamento del Quindío, la antigua técnica fotográfica conocida como “foto Agüita” ha encontrado una nueva vida gracias al trabajo dedicado de Nicolás Spath Botero. Este artista visual, egresado de la Universidad Javeriana de Bogotá, ha recuperado y revitalizado un método que consiste en la obtención de imágenes mediante “fotografía directa en papel”, utilizando una cámara que también opera como laboratorio portátil. La “foto Agüita”, desarrollada por primera vez en el siglo XIX y vigente hasta gran parte del siglo XX, había caído en desuso con el avance de la tecnología digital, pero en Filandia se ha convertido en un punto de encuentro entre el turismo y la memoria visual.
El proceso manual de esta técnica implica la manipulación de cada paso, desde el empleo de papel fotosensible hasta la revelación y fijado de la imagen positiva dentro de la misma cámara. Este procedimiento requiere precisión, paciencia y un conocimiento profundo de la artesanía fotográfica, convirtiéndose en una resistencia consciente frente a la rapidez del mundo digital. Nicolás Spath Botero explica que su acercamiento a este arte nació como un juego y que, a través del ensayo y el aprendizaje paciente, logró no solo restaurar la práctica, sino descubrir en ella una forma de subsistir mientras preserva alguno de los legados culturales y familiares que corren riesgo de desaparecer, según el artículo original.
Recuperar la “foto Agüita” es también un ejercicio de valoración patrimonial y social. La técnica permite experimentar la fotografía como objeto y proceso, recuperando la lentitud y la materialidad perdidas, elementos fundamentales que, de acuerdo con el historiador del arte Peter Burke, apoyan una reflexión más profunda sobre la memoria y el tiempo. La imagen se convierte así en testimonio histórico y testigo de una época en la que el acto de fotografiar involucraba un diálogo directo con el instante capturado.
Desde el año 2015, la plaza de Filandia es el principal escenario del proyecto de Nicolás Spath, tras una experiencia en Salento y recorridos por Europa y Sudamérica donde compartió y enseñó la técnica. Esta labor ha transformado la plaza en un destino para quienes buscan vivir una experiencia cultural genuina haciendo posible que visitantes y habitantes encuentren un vínculo con la identidad local y el patrimonio inmaterial relacionado con las imágenes analógicas, según se destaca en el artículo original.




No se trata solo de arte visual, sino también de una labor pedagógica y de revitalización comunitaria. La Fundación Gabo resalta que combinar tradición y creatividad resulta clave para que comunidades impactadas por la modernidad preserven su memoria colectiva. A través del rescate de la “foto Agüita”, nuevos públicos descubren la historia de la fotografía previa a la era digital y participan en la experimentación de un tiempo que se detiene en cada imagen única, revitalizando así el entorno cultural local.
Además, el Ministerio de Cultura de Colombia ha documentado que las actividades turísticas centradas en el patrimonio inmaterial, como el proyecto liderado por Nicolás, impulsan el desarrollo sostenible, refuerzan la economía regional y elevan la valoración social de los territorios. Así, la cámara de madera de Nicolás, heredada de su abuelo y restaurada por él mismo, se convierte en símbolo de encuentro entre generaciones, de resistencia y de pertenencia. Frente al flujo incesante de imágenes digitales, la “foto Agüita” de Filandia ofrece un refugio para quienes buscan dialogar con el pasado y afirmar la cultura viva de una comunidad, de acuerdo con el artículo original y las opiniones académicas y culturales citadas.
¿Por qué es importante preservar las técnicas fotográficas artesanales en la actualidad?
La preservación de técnicas como la “foto Agüita” cobra relevancia en un contexto donde la velocidad y la inmaterialidad de la fotografía digital predominan. Este tipo de prácticas aporta un valor educativo y cultural, fortaleciendo la memoria colectiva y propiciando experiencias que conectan a las personas con la historia de la imagen. Las técnicas artesanales actúan como ventanas al pasado que permiten entender la evolución del arte y la tecnología, promoviendo diversidad cultural y patrimonialidad, según lo argumentado por fuentes como el Ministerio de Cultura de Colombia y la Fundación Gabo.
¿Qué significa patrimonio inmaterial y por qué se relaciona con la fotografía tradicional?
El patrimonio inmaterial abarca las prácticas, conocimientos, habilidades y expresiones que comunidades heredan y transmiten de generación en generación. En el caso de la fotografía tradicional, estas técnicas constituyen saberes ancestrales cuya práctica continúa dotando de significado a la identidad local y colectiva. El rescate de la “foto Agüita” en Filandia representa un ejemplo concreto de cómo el patrimonio inmaterial se fortalece cuando los oficios se mantienen vivos, consolidando vínculos entre pasado, presente y futuro, según los informes del Ministerio de Cultura y los planteamientos recogidos en la nota original.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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