Por: Robby Bienestar

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Este artículo fue curado por Marcela Estupiu00f1an   Dic 5, 2023 - 2:55 pm
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En la rutina común, muchas personas optan por recalentar sobras de comida para consumirlas posteriormente. Sin embargo, esta práctica no siempre es recomendable.

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Al recalentar ciertos alimentos, liberan toxinas dañinas para el organismo. Por esta razón, es esencial conocer qué comida puede representar riesgos para la salud al ser sometida a este proceso. Identificar estos alimentos asegura una manipulación adecuada de la comida.

¿Qué alimentos no se deben recalentar?

  • Huevos duros: son una excelente fuente de proteínas, pero al recalentarlos pueden liberar sulfuro de hidrógeno, lo que puede generar un olor desagradable y producir reacciones químicas que causan malestar estomacal. Además, los huevos pueden contener salmonela. Debido a esto, si no se manipulan ni se almacenan adecuadamente, la bacteria se prolifera y se causa intoxicación alimentaria.
  • Pollo: es una fuente común de bacterias como la salmonela. Si el pollo se recalienta de forma incorrecta, estas bacterias podrían no eliminarse por completo. Se recomienda calentar el pollo a una temperatura mínima de 74°C para asegurar que cualquier bacteria presente sea destruida. Recalentar el pollo varias veces también aumenta el riesgo de contaminación bacteriana.
  • Hortalizas de hoja verde: vegetales como la espinaca, la remolacha y la acelga contienen nitratos de forma natural. Al recalentar estas verduras, los nitratos pueden convertirse en nitritos, que podrían ser perjudiciales para la salud, especialmente en grandes cantidades. Los nitritos pueden interferir con la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.
  • Hongos: tienen una estructura porosa que los hace propensos a la contaminación bacteriana. Si no se manipulan y almacenan correctamente, recalentar alimentos como los champiñones podría no eliminar por completo las bacterias presentes. Esto provoca malestar estomacal, vómitos o diarrea.
  • Arroz: este alimento básico de la canasta familiar puede contener esporas de bacterias, como Bacillus cereus. Si se almacena a temperatura ambiente o se enfría lentamente después de cocinarlo, estas esporas pueden convertirse en bacterias que producen toxinas. Recalentar el arroz a temperaturas inadecuadas no eliminará estas toxinas, lo que aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria.

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La clave para evitar problemas al recalentar estos alimentos es manipularlos y almacenarlos correctamente y calentarlos a la temperatura adecuada para eliminar cualquier bacteria presente. Esto ayuda a reducir significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.

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