
El fatal destino de Maxi, un pekinés de año y medio, durante un viaje en bus de la empresa Copetran ha sacudido las redes sociales. Tras partir de Maicao, con destino a Medellín, la familia de la mascota tuvo que enfrentar la innecesaria muerte de su animal de compañía debido a la insistencia del conductor de trasladarlo en el maletero contra lo que estipulaban las normativas de la compañía.
Maxi había viajado sin problemas en la cabina en su trayecto de ida a Maicao, una práctica permitida por la empresa Copetran para mascotas de tamaño pequeño o mediano, siempre y cuando se ubiquen en un espacio debajo del asiento. Sin embargo, en su trayecto de regreso a Medellín, el 19 de julio, el conductor rechazó su presencia en la cabina, forzando a la familia a ubicarlo en el maletero, aun cuando presentaron el documento que respaldaba su derecho a llevar al perro en la cabina.
“El conductor nos argumentó que Maxi ‘no era ni el primero ni el último perro que viajaba en el maletero’. Fue un total desprecio por nuestras preocupaciones y las leyes de la empresa”, expresó la dueña de Maxi a la prensa. La familia no tuvo más opción que acceder a las demandas del conductor, iniciándose así un viaje fatal de cinco horas para el pequeño pekinés.
En una parada intermedia, Maxi parecía estar bien. No obstante, horas después, fue hallado agonizando en el maletero, situación que alertó a los usuarios del bus. A pesar de los esfuerzos por llevar a Maxi a un veterinario en San Juan del Cesar, el perro no sobrevivió. El diagnóstico del especialista fue claro: asfixia por golpe de calor, atribuyendo la responsabilidad a las condiciones impuestas por el conductor del bus.




La indignación de la familia que sufre la pérdida de su mascota y animal de compañía es total porque aseguran que el conductor del bus les ofreció dinero como compensación, con la condición de que no expusieran el caso frente a la opinión pública.
Más allá del dolor familiar, la muerte de Maxi se traduce en un llamado a la conciencia colectiva sobre la importancia de respetar los derechos de las mascotas en los medios de transporte colectivo, pues son muchos los casos que se han conocido de perros o gatos que mueren luego de viajar en el maletero de los buses.
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