Una mujer embarazada se presentó en un hospital pakistaní con un clavo clavado en la cabeza por un estafador que le había garantizado que así daría a luz a un niño, informaron el miércoles fuentes médicas de la zona.
Esta mujer llegó a un hospital de Peshawar, en Pakistán, después de haber intentado quitar ella misma el clavo, aseguró el doctor que la atendió; “Estaba totalmente consciente, pero sufría mucho”.
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Una radiografía mostró que el clavo tenía una profundidad de cinco centímetros en el cráneo, sin llegar al cerebro. La mujer dijo que era madre de tres hijas y que estaba embarazada de una cuarta.
Según el médico, se utilizó un martillo o un objeto pesado para golpear la puntilla, lo que generó que se enterrara más de cinco centímetros en la cabeza.
Los curanderos tradicionales, con prácticas a menudo ancladas en la cultura, son comunes en Pakistán, un país mayoritariamente musulmán, aunque varias escuelas de pensamiento islámicas desaprueban estos ritos.
Todo empezó porque su marido la había amenazado con dejarla si volvía a dar a luz a otra mujer. Los médicos habían asegurado a la mujer que su próximo bebé sería una niña, por lo que desesperadamente buscó ayuda en un curandero.
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La embarazada se sentía culpable de que sus hijas crecieran sin su padre. El curandero le aseguró que insertando un clavo en su frente, su hijo sería un varón.
En Asia meridional, tener un hijo varón suele considerarse un buen presagio, ya que se supone que es más capaz de asegurar el futuro financiero de sus padres que una hija.
Según AFP, la policía pakistaní está ahora tratando de interrogar a la mujer. “Pronto pondremos nuestras manos en el hechicero”, señalaron las autoridades.
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