Tras analizar la actual situación de la enfermedad, este grupo de la OMS, que asesora sobre el uso de vacunas en la actual crisis sanitaria, decidió incluir estos dos grupos en la lista de pacientes prioritarios, donde ya se incluía a personas de la tercera edad, trabajadores sanitarios y adultos con enfermedades crónicas.

La inclusión de las embarazadas y los niños con enfermedades crónicas se da al encontrarse evidencias de que corren mayor riesgo de contraer formas graves de COVID-19 en caso de contagiarse del virus.

En el caso de las embarazadas, los estudios también sugieren que hay mayor riesgo de que sus recién nacidos necesiten cuidados intensivos tras el parto si contraen la enfermedad.

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El grupo de expertos también examinó la posibilidad de incluir a las mujeres lactantes en esta lista de prioridad, aunque por ahora considera que no hay evidencias de que corran un mayor riesgo de padecer formas graves de coronavirus.

Asimismo, el Grupo Asesor Estratégico de Expertos recomienda no dejar de alimentar a los niños de estas madres con leche materna en caso de que se hayan vacunado.

La lista de prioridad debe utilizarse especialmente en aquellos países con un suministro muy limitado de vacunas.