Volkswagen ha anunciado que sus próximos modelos, como el ID.3 y el ID.4, volverán a incluir botones físicos y controles tradicionales en sus interiores, abandonando en parte la tendencia de los paneles táctiles.
Esta decisión responde a numerosas críticas de usuarios y expertos que consideran que los controles táctiles, como los deslizadores para el volumen o el climatizador, son imprecisos, frustrantes y obligan al conductor a apartar la vista de la carretera, generando riesgos de seguridad.
Kai Grünitz, jefe de desarrollo de la marca, confirmó que el nuevo diseño de salpicadero incluirá elementos clásicos como la perilla de volumen, ampliamente solicitada por los usuarios.
Aunque las pantallas no desaparecerán del todo, las funciones esenciales volverán a tener accesos físicos, como ya se mostraba en el prototipo ID.2all.
Este cambio refleja un giro en la industria, que inicialmente imitó a Tesla con grandes pantallas táctiles, pero ahora reconoce sus limitaciones.
Incluso organismos como Euro NCAP han señalado los peligros de estos sistemas. Volkswagen planea implementar estos rediseños como parte de un ‘facelift’ antes de integrar sus modelos eléctricos en la gama principal, con el ID.3 posiblemente reemplazado por el nuevo Golf en 2028. La marca admite que no tiene sentido reemplazar algo que siempre ha funcionado bien.
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