El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El pudín navideño es una de las tradiciones culinarias más emblemáticas del Reino Unido. Este postre, caracterizado por su textura densa y su sabor intenso, ocupa un lugar central en las mesas británicas durante la Navidad. Según El Espectador, el origen de este platillo se remonta a la Edad Media, periodo en el que empezó a consolidarse como parte integral de las festividades invernales. La receta clásica destaca por la combinación de frutas secas, especias, azúcar moreno y grasa, que se cocinan de manera prolongada al vapor, permitiendo que los ingredientes desarrollen un sabor profundo y armonioso.
Uno de los aspectos más significativos de esta preparación está en el proceso colectivo: días antes de la Navidad, familiares y amigos se reúnen para mezclar los ingredientes, en un acto que simboliza la unión y los buenos deseos. La costumbre dicta que el pudín debe prepararse con varias semanas de anterioridad, para dar tiempo a que los sabores se integren a la perfección. Posteriormente, en la cena navideña se puede servir caliente, acompañado de crema o incluso flambeado, convirtiéndose en el broche de oro de la celebración.
El paso a paso incluye macerar la fruta seca—tradicionalmente tres tipos de uva pasa (pequeña, grande y rubia), aunque también se pueden incorporar alternativas como albaricoques o ciruelas pasas—junto con brandy, ron, cerveza negra, jugo de naranja y su ralladura. Es fundamental dejar reposar esta mezcla durante al menos un día, de manera que los líquidos penetren por completo en la fruta y potencien el sabor final del pudín.
Luego, en un bowl se mezclan cien gramos de pan rallado, cien gramos de cebo de res (ingrediente clave y tradicionalmente británico, en lugar de mantequilla o grasa de cerdo), ochenta gramos de azúcar morena, cuarenta gramos de harina, un huevo, especias y, finalmente, la fruta previamente macerada. Después de una cocción lenta al vapor, el postre se desmolda una vez frío y está listo para disfrutarse.
El Espectador invita a quienes se apasionan por la cocina y disfrutan de crear nuevas recetas a compartir sus ideas enviando un correo a Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com), fomentando así el intercambio de propuestas en el ámbito gastronómico.
¿Por qué se utiliza cebo de res en la preparación del pudín navideño?
La inclusión del cebo de res, en vez de mantequilla o grasa de cerdo, resulta un detalle distintivo en la receta tradicional del pudín navideño del Reino Unido. Esta práctica responde a una costumbre histórica y cultural, pues el cebo es considerado un ingrediente de gran valor en la repostería británica, aportando sabor y textura únicos que contribuyen a la densidad característica de este postre.
Para quienes no estén familiarizados con el término, el cebo de res es la grasa dura que se encuentra alrededor de los riñones y el lomo del ganado vacuno. Su particularidad radica en que se adapta bien a cocciones largas y lentas como la del pudín navideño, ayudando a que todos los componentes conserven su humedad y desarrollen una textura aterciopelada y compacta, característica de esta tradición centenaria.
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