El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La badea, también llamada tumbo, es una fruta tropical originaria de América Central y del Sur, cuya popularidad se extiende por diversas regiones debido a su sabor dulce y refrescante. Esta fruta se distingue por su cáscara delgada y una peculiar forma alargada que recuerda a la sandía. Uno de los rasgos más apreciados de la badea es su versatilidad en la cocina: además de ser protagonista en ensaladas y postres tradicionales, su pulpa puede aprovecharse para preparar almíbares, transformando esta fruta en un ingrediente esencial de la gastronomía local.
En Colombia, el jugo de badea ocupa un lugar especial dentro de las tradiciones culinarias. Según un reportaje de El Espectador, este jugo es considerado el más representativo de Santander, una región donde la preparación de bebidas a base de badea se transmite de generación en generación. Diana Acevedo, chef invitada en la sección Gastrononomía y Recetas de El Espectador, relata cómo este jugo evocaba recuerdos familiares y la importancia de la badea en la mesa santandereana. La conexión entre la cultura local y los ingredientes autóctonos es evidente, ya que se valora el sabor auténtico y el proceso casero que implica recolectar la fruta y convertirla en una bebida refrescante.
El paso a paso para preparar el jugo de badea inicia con cortar la fruta y retirar cuidadosamente las semillas, que posteriormente se reservan. Se utiliza un cuchillo para separar la pulpa y la corteza, proceso fundamental para aprovechar al máximo la fruta. Tras esta etapa, la pulpa se lleva a la licuadora junto con agua y azúcar, logrando una mezcla homogénea y ligeramente dulce. Esta preparación líquida se traslada a una jarra, donde el toque distintivo lo aporta la Kola Hipinto, una bebida tradicional que intensifica el sabor y color del jugo.
Después de mezclar bien, las semillas que se habían reservado se reincorporan a la jarra, aportando una textura única y realzando la experiencia de esta bebida. El hielo se añade al final, asegurando que el jugo se sirva bien frío, tal como dictan las costumbres locales. Esta receta, además de refrescante, honra la historia gastronómica de la región y ofrece una alternativa casera para experimentar la cocina colombiana auténtica.
La invitación realizada por El Espectador y sus expertos a compartir nuevas propuestas culinarias con sus lectores, fortalece el sentido de comunidad alrededor de la cocina tradicional. El énfasis en sabores locales y la transmisión de saberes familiares permanece como parte esencial de la identidad culinaria.
¿Por qué la Kola Hipinto es esencial en la preparación del jugo de badea?
Muchos lectores se preguntan sobre el papel específico de la Kola Hipinto en la receta del jugo de badea. Este ingrediente, mencionado en la crónica culinaria de El Espectador, es una bebida gaseosa típica de varias regiones en Colombia y le otorga a la mezcla un sabor distintivo que realza las notas dulces y refrescantes de la badea.
La inclusión de la Kola Hipinto en la receta no solo es una cuestión de sabor, sino también de identidad. Para quienes han crecido en Santander, por ejemplo, la combinación de la badea con esta bebida gaseosa representa una tradición que une generaciones y es símbolo de reuniones familiares y encuentros cotidianos alrededor de la mesa.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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