Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Nov 13, 2025 - 11:33 am
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La pasta, emblema de la gastronomía italiana, tiene profundas raíces históricas que se remontan al siglo XII, época en la cual comenzó a ganar popularidad en distintas regiones de Italia. El término spaghetti, que significa “cordón”, surgió como reemplazo de otros nombres tradicionales de platos italianos como el maccaroni y el vermicelli, señalando la evolución de las recetas y los gustos a lo largo del tiempo. En sus primeras versiones, los espaguetis se servían simplemente con ingredientes básicos: aceite de oliva, queso y pimienta, lo que refleja la sencillez y riqueza de la cocina tradicional italiana.

Un hito importante en la historia de la pasta se documentó en el siglo XVIII, cuando el espagueti comenzó a acompañarse de salsa de tomate. Este cambio quedó registrado en 1837 gracias a la obra ‘Cucina teorico pratica’ de Ippolito Cavalcanti, que marcó un antes y un después en la manera de preparar y consumir estos icónicos fideos. Dicho registro muestra cómo la integración de nuevos ingredientes y técnicas culinarias permitió que la pasta se consolidara como uno de los platos más versátiles y reconocidos en el mundo, adaptándose a diferentes sabores y preferencias culinarias.

La pasta se prepara principalmente con harina de trigo duro y agua, y los espaguetis se distinguen por su forma delgada y su longitud de aproximadamente 30 centímetros. Un aspecto esencial en su preparación es alcanzar una textura “al dente”, que significa que la pasta debe mantener cierta firmeza al morderse, lo que además favorece su resistencia y capacidad de fusionarse con distintos acompañamientos. Desde sus orígenes hasta hoy, los espaguetis se han adaptado a una variedad interminable de salsas e ingredientes, brindando lugar a innumerables combinaciones gastronómicas.

En la práctica, la preparación de la pasta requiere atención a los detalles para conseguir la textura y el sabor deseados. Es fundamental seguir las instrucciones del empaque para cocer los espaguetis correctamente. Una opción de salsa sencilla, según lo consignado por El Espectador, consiste en sofreír cebolla en mantequilla, añadir sardinas desmenuzadas, tomate licuado, ajo y albahaca, sazonar al gusto y cocer la mezcla hasta espesarla, antes de integrarla con la pasta cocida para una experiencia de sabores armoniosos y reconfortantes.

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El interés por experimentar en la cocina y compartir nuevas recetas continúa vigente, como lo demuestran las iniciativas de Tatiana Gómez Fuentes y Edwin Bohórquez Aya de El Espectador, quienes invitan a los lectores a enviar sus propuestas gastronómicas, demostrando que la tradición de la pasta sigue reinventándose a través del intercambio culinario y la creatividad individual.

¿Por qué la pasta debe cocinarse “al dente”?

Muchos entusiastas de la gastronomía se preguntan la razón detrás de la recomendación de cocinar la pasta “al dente”, término italiano para indicar que los espaguetis y otras variedades de pasta mantienen cierta firmeza al ser mordidos. Esta técnica no solo obedece a una cuestión de textura sino que también influye en el sabor y la experiencia general del plato.

Según explican fuentes como El Espectador, preparar la pasta “al dente” permite que conserve su estructura y ayuda a que la salsa se adhiera mejor, elevando la combinación de ingredientes. Además, esta consistencia favorece una mejor digestión y una presentación más atractiva en cada preparación culinaria.


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