El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia, enfrenta una compleja situación de orden público debido al resurgimiento de la violencia protagonizada por las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). La gravedad de los recientes hechos llevó al almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, a trasladarse a Popayán, la capital departamental, acompañado por altos mandos de Operaciones e Inteligencia. De acuerdo con información oficial citada por El Espectador, el objetivo principal de esta visita fue coordinar, junto con la Policía, nuevas acciones militares destinadas a contener la escalada de inseguridad y fortalecer la respuesta estatal frente a los grupos armados ilegales.
Entre las principales preocupaciones de la cúpula militar se encuentra el accionar de las disidencias bajo el mando de alias “Iván Mordisco”. Estos grupos, en especial las estructuras conocidas como Carlos Patiño, Dagoberto Ramos y Jaime Martínez, han sido responsables de múltiples hechos violentos que han sembrado terror y zozobra en la población civil. Particularmente, la estructura Jaime Martínez fue señalada como la autora del ataque armado registrado el 16 de diciembre en Buenos Aires, localidad ubicada al norte del departamento, un hecho que agravó la sensación de vulnerabilidad en la región.
La estrategia militar busca no solo responder a acciones puntuales, sino mantener operativos contundentes en los corredores estratégicos del Cauca, áreas utilizadas como rutas por los grupos ilegales. Además, se pretende reforzar la presencia institucional en las zonas más golpeadas por los ataques armados, reafirmando el compromiso del Estado con el restablecimiento de la seguridad y la protección de los derechos fundamentales, según declaraciones recogidas por el comandante Cubides en sus redes sociales y por medios como El Espectador.
Las acciones de violencia, como la que ocurrió en Buenos Aires, han tenido un profundo impacto en la seguridad y el bienestar de la comunidad local. Según datos oficiales, el 16 de diciembre una serie de hostigamientos armados se extendió por cerca de diez horas, dejando como saldo ocho policías heridos y graves daños materiales. De acuerdo con las autoridades de inteligencia, el ataque fue liderado por alias “Max Max”, presunto líder del frente Jaime Martínez, vinculado al Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc. El ataque empezó hacia las seis de la mañana y culminó alrededor de las tres de la tarde, afectando no solo a la fuerza pública sino también a viviendas, entidades bancarias y la Alcaldía local.
Durante los disturbios, los delincuentes usaron artefactos explosivos, lo que ocasionó heridas de gravedad por esquirlas en dos uniformados y aturdimiento en otros seis. Todos fueron trasladados a la Clínica Valle del Lili, en Cali, para su atención médica. Además, los hostigamientos deterioraron aún más la infraestructura municipal, dejando a la vista la magnitud de la amenaza que representan las disidencias armadas. Las autoridades, por su parte, activaron protocolos de investigación criminal e inteligencia para identificar y judicializar a los responsables, calificando estos hechos como una grave violación del derecho internacional humanitario y de los derechos fundamentales de la ciudadanía.
La situación se da en un contexto de tensión por el paro armado anunciado semanas antes en los departamentos de Caquetá y Putumayo por el frente Carolina Ramírez, también integrante del EMC. Aunque las fuerzas del Estado han señalado posibles conexiones entre estos bloqueos y disputas internas por el control de economías ilícitas, hasta el momento no se confirma si el ataque de Buenos Aires fue parte directa de ese paro armado.
Una vez asegurada la zona, el general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército, y el general William Rincón, director de la Policía, se desplazaron al municipio para coordinar las labores en terreno. En el sitio, fueron hallados cinco cilindros y una volqueta con municiones y dinamita, explosivos que posteriormente se detonaron de manera controlada, neutralizando un nuevo potencial riesgo para la población y la fuerza pública.
Ante un panorama marcado por la persistencia de factores de inseguridad y el accionar de estructuras armadas ilegales, el Estado colombiano refuerza la aplicación de estrategias conjuntas de defensa como muestra de su compromiso con la protección de los derechos humanos y la paz regional. Esta labor continúa siendo acompañada de labores de investigación criminal para fortalecer el acceso a la justicia y evitar la impunidad en zonas tradicionalmente afectadas por la violencia.
¿Qué función cumple el Estado Mayor Central (EMC) en la estructura de las disidencias de las Farc?
El EMC, o Estado Mayor Central, es una de las facciones surgidas tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), según información referenciada por El Espectador, y está compuesto por varios frentes y estructuras armadas ilegales que no se acogieron al acuerdo de paz. El EMC coordina y dirige acciones de varios grupos que han mantenido actividades criminales, entre ellas extorsión, tráfico de armas y ataque a la fuerza pública, en regiones donde tradicionalmente las Farc tenían influencia.
La relevancia de esta estructura está en su capacidad de mando sobre distintos frentes, como Jaime Martínez y Carolina Ramírez, mencionados en los recientes hechos de violencia descritos previamente. Su actuación representa un desafío para las autoridades por la sofisticación de su organización y la amenaza persistente sobre municipios estratégicos, lo que indica la necesidad de una respuesta integral del Estado en materia de seguridad y justicia.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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