La madrugada del 19 de octubre de 1985 permanece en la memoria colectiva de Armenia como una de las más trágicas y angustiosas. En ese momento, la ciudad fue sacudida por la toma del Batallón de Ingenieros Militares Nº8 Francisco Javier Cisneros, a manos del grupo insurgente M-19. El lugar de los hechos, situado al lado del estadio San José, fue escenario de un enfrentamiento intenso que dejaría huellas profundas tanto en sus protagonistas como en la capital del Quindío.
La acción generó pánico, pero también reveló el temple y la entereza de quienes enfrentaron el episodio. De acuerdo con testimonios recogidos por La Crónica, el ataque tiene un lugar doliente y permanente en el recuerdo, pero también evidenció el coraje de soldados que evitaron una tragedia de proporciones históricas. Entre estos hombres se encontraba William Orozco Manrique, soldado de la contraguerrilla Galeras 5. Aunque formado para el combate en Boquía, Salento, él mismo reconoció que ningún entrenamiento es suficiente para enfrentar la crudeza de un ataque real.
La eventualidad jugó un papel determinante aquel día. La presencia fortuita de hombres del Batallón San Mateo —experimentados en combate— permitió contener el avance del M-19. Su efectividad fue clave para proteger los polvorines militares, el principal objetivo de los atacantes. Según la narración de Orozco Manrique, si esos depósitos de armas y explosivos hubieran sido detonados, barrios enteros como El Recreo y Las Américas habrían sido arrasados. La intervención del batallón, por tanto, no solo frustró los planes de la guerrilla, sino que también evitó una calamidad de mayores dimensiones.
El contexto del asalto se remonta a meses previos, cuando el M-19 ya había perpetrado acciones violentas en la región. El 28 de junio, un asalto en Génova dejó un saldo de más de veinte personas muertas. Las fuerzas militares, tras ese acontecimiento, recibieron información sobre un posible ataque al batallón Cisneros, por lo cual se mantuvieron en “acuar telamiento” de primer grado, permaneciendo uniformados y en vigilancia permanente.
Orozco Manrique relató que él mismo pasó jornadas completas custodiando uno de los polvorines ubicados a doce metros de profundidad, siempre consciente de la vulnerabilidad del objetivo. La estrategia del M-19 incluyó la infiltración a las residencias fiscales cercanas para recopilar información y determinar el momento exacto para la ofensiva. En la jornada del ataque, la primera explosión ocurrió en los baños próximos a los alojamientos de Galeras 6, señalando el inicio de los enfrentamientos.
El ataque fue ejecutado por el frente Quintín Lame, apoyado por infiltrados en el propio Ejército, quienes proporcionaron datos críticos sobre ubicaciones estratégicas, como los polvorines y los dormitorios de la tropa. El combate se extendió entre explosiones, disparos y temor. Orozco Manrique rememoró cómo tuvo que tomar el armamento de un superior que, víctima del miedo, no pudo enfrentarse a la violencia. El saldo fue doloroso: al menos doce muertos, según los registros de soldados, aunque la cifra oficial podría no reflejar la totalidad de las bajas.
Tras la retirada del M-19, la ciudad se mantuvo bajo un clima de alarma y tensión. El acuartelamiento de primer grado se prolongó por cuatro meses más; los soldados, sin descanso, continuaron custodiando los polvorines, temiendo que un nuevo golpe pudiera instalar el horror nuevamente en Armenia.
¿Cuál fue el impacto posterior de la toma del batallón Cisneros en la vida cotidiana de Armenia?
Esta pregunta surge de la gravedad del acontecimiento vivido en 1985. Más allá de las consecuencias inmediatas en el ámbito militar, un evento de tal magnitud afecta a la población civil, genera cambios en la percepción de seguridad y puede modificar el tejido social. A lo largo del tiempo, analizar las repercusiones que dejó la incursión armada permite comprender la manera en que una ciudad enfrenta su propio pasado traumático y los mecanismos con los que procesos de resiliencia y memoria colectiva se van formando en quienes estuvieron allí durante esos días de zozobra y valor.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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