Así lo contó la mujer que ha estado al frente de la intensa búsqueda de la pequeña Sara Sofía Galván. Xiomara aseguró que después de recibir una negativa de las autoridades se volcó a las redes sociales, donde el caso se hizo mediático. 

Días antes de que se reportara la desaparición de Sara Sofía, la tía de la pequeña dice haber ido al centro zonal de Kennedy del ICBF (sur de Bogotá), donde no habría recibido la atención esperada ante la gravedad del caso y las presuntas agresiones que sufría la niña a manos de Carolina Galván (mamá de la menor).

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“Un funcionario escuchó su historia y le dijo que no había nada que hacer y menos si la niña estaba con la mamá”, indicó Semana acerca de la negativa que habría recibido Xiomara por parte de la entidad en ese centro zonal. 

La tía de Sara Sofía contó en ese medio que luego de recibir la negativa por parte de las autoridades, se fue a las redes sociales, donde el caso se viralizó rápidamente y fue conocido por los medios de comunicación a nivel nacional. 

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Días después llegó la cruda confesión de Carolina. Ella le contó a Xiomara que la niña se había muerto y que, presuntamente asustada, la habría envuelto en una bolsa y arrojado al río Tunjuelito. 

Fue allí cuando Xiomara obligó a su hermana a que se entregara ante la policía en el CAI de Patio Bonito (Kennedy, sur de Bogotá) y relatara su versión de los hechos [posteriormente cambió esa versión y dijo que había regalado a la niña]. 

Mamá de Sara Sofía Galván se mantiene en versión inicial 

Pese a cambiar su relato, la mujer habría confesado el pasado viernes que la niña murió y fue arrojada en una bolsa al río Tunjuelito. 

La mujer lo habría confesado, a un funcionario de la Fiscalía, momentos después de que se terminara la audiencia judicial en la que fue enviada a prisión.

Después de finalizada la audiencia en la que Carolina Galván (mamá de Sara Sofía Galván) y Nixon Díaz (padrastro de la menor) fueron enviados a prisión, la mujer se habría acercado a un funcionario de la Fiscalía y habría hecho la confesión que acabaría con la esperanza de hallar con vida a la menor. 

“No busquen más, yo lancé la niña al río”, habría confesado la mujer a un trabajador del ente acusador, según Semana.