
La violencia en Putumayo dejó una escena estremecedora: un subteniente y un soldado profesional del Ejército Nacional terminaron con graves quemaduras, luego de ser atacados con gasolina en medio de una operación militar en zona rural de Villagarzón.
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El hecho se presentó el pasado 3 de septiembre cuando las tropas adelantaban un procedimiento para desmantelar un laboratorio de procesamiento de droga. En ese momento, la comunidad inició una asonada, que según las autoridades habría sido promovida por el grupo ilegal Comandos de Frontera.
Uno de los militares afectados fue Sebastián Díaz, soldado profesional que resultó con quemaduras en el 30 % de su cuerpo y que, en diálogo con Caracol Radio, aseguró que poco a poco ha venido mejorando:




“Ha sido un proceso un poco difícil y muy doloroso, pero ahí vamos saliendo adelante”.
El uniformado relató que la situación se desencadenó en segundos, cuando un “bandido vestido de civil” se acercó con un balde lleno de gasolina y lo arrojó sobre tres soldados.
Díaz contó que uno de sus compañeros logró escapar, pero que él y el teniente quedaron envueltos en llamas: “Ahí me prendí yo y el teniente, al verme en llamas, se lanzó a ayudarme. Se prendió él también, pero no se logró apagar ligero y llevó la peor parte”.
Luego del ataque, los militares fueron evacuados inicialmente al Hospital de Florencia y luego trasladados a Bogotá, donde permanecen bajo observación en el Hospital Militar.
El soldado, que ya pudo reunirse con su familia, confesó que durante esos segundos de angustia lo invadió la ira: “Le dan ganas a uno de acabar con esa gente, pero por el derecho internacional humanitario no se puede hacer nada en ese momento”.
Recordó además que, en medio de la emergencia, alcanzó a escuchar los llamados de auxilio por radio.
“Hablaban sobre todo del teniente y de mí. En cuestión de minutos llegaron por nosotros, como unos 20 o 25 minutos, y nos llevaron al Hospital de Florencia”.
En cuanto al subteniente, el soldado aseguró que lo único que queda es “tener fe” y que hay que “dejarlo en manos de Dios”.
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Finalmente, aunque sigue comprometido con su carrera, reconoce que la situación lo hace dudar: “Quisiera continuar en el Ejército, pero la situación está muy difícil. Hay que pensarlo muy bien, la situación está muy compleja”.
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