El Espectador dice que así estaría confirmado, y agrega que Marlon Marín, como se llama el sobrino, desde hace tiempo venía negociando con la DEA.

De hecho, la versión de que Marín ya estaba trabajando con la DEA, incluso cuando ‘Jesús Santrich’ cayó en la trampa del departamento antinarcóticos para negociar la exportación de 10 toneladas de cocaína por 15 millones de dólares a Estados Unidos, es confirmada por la revista Semana en su sección de notas breves, tomando en cuenta lo rápido que se anuló la circular roja de Interpol para capturarlo y la forma rápida en que viajó a ese país como testigo.

“La DEA probablemente había pillado a Marlon Marín en negocios del narcotráfico tiempo atrás… y le hizo una oferta que no pudo rechazar: 20 años de cárcel o cero si se infiltraba y se volvía colaborador”, dice Semana.

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Dependiendo de la información que Marín entregue al Departamento Antinarcóticos, el curso de la investigación podría enfocarse en un personaje de la vida pública venezolana conocido con el alias de ‘Plátano’. Este sujeto sería el enlace para traficar, a través del territorio venezolano, la droga que compraba el cartel de Sinaloa en Colombia.

“Convencidos (los socios de ese cartel) de que con Plátano tenían todo cuadrado para evitar el control de las autoridades” del vecino país, en algún momento el negocio se les fue a pique, pero esto solo puso en el escenario “los aparentes contactos entre emisarios del cartel de Sinaloa y algunos políticos venezolanos”, que Estados Unidos quiere desentrañar, sugirió El Espectador.