El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, preso en una cárcel de Atlanta, Georgia (Estados Unidos), a pesar de haber cumplido ya su condena, y que además busca no ser deportado hacia Colombia, sino a Italia, decidió hablar con un medio de comunicación por primera vez desde que fue extraditado en 2008 por el entonces presidente Álvaro Uribe.

En mayo de ese año, Uribe decidió enviar a Estados Unidos no solo a este jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), sino a 13 cabecillas paramilitares más. Todos habían firmado en 2005 el Pacto de Ralito, con el que se desmovilizaron 30.000 integrantes de 38 frentes de las AUC.

(Le interesa: “Uribe tiene razón”: Petro da la derecha al expresidente sobre depender de gas venezolano)

Desde el sitio de reclusión, Mancuso puso su experiencia y la de sus excompañeros al servicio de la “paz total” que viene planteando el presidente Gustavo Petro. “Aquí hay un grupo de excomandantes de las autodefensas que estructuramos ese proyecto armado, político y social que luego negociamos con el gobierno nacional con garantes”, afirmó en Caracol Radio.

“Nuestra experiencia en el conflicto armado, en la creación y establecimiento de esos nuevos órdenes sociales, así como nuestra experiencia previo y posnegociación, está a disposición del gobierno colombiano si considera que nuestra experiencia pueda ayudar a lograr esa paz total”, agregó en la misma frecuencia radial.

Lee También

Pero no se quedó solo en eso. También se refirió al expresidente Uribe. “Todo, luego de años en los que, quienes se beneficiaron de las autodefensas, se lucraron y acumularon poder, intentaron por todos los medios callarnos y convertirnos en paria de la humanidad, sin derechos políticos, con un proceso incierto sin certeza en que podamos concluirlo en los próximos 30 años, si es que seguimos vivos”.

“A diferencia de las Farc, que llegaron militarmente derrotadas a La Habana, nosotros llegamos con plena capacidad a la negociación de Ralito. Sin embargo, una vez firmado el acuerdo y dejado las armas, el gobierno de [Álvaro] Uribe nos engañó, nos impuso un sistema de justicia en términos que no se habían acordado y nos extraditó a los máximos comandantes y voceros”, siguió el exjefe paramilitar en el mismo medio.

Para Mancuso, ese hecho produjo como resultado “el rearme de una gran parte de esos muchachos que se dieron cuenta de que esa negociación era un entrampamiento”.

El fenómeno de violencias emergentes y organizaciones como las ‘Autodefensas Gaitanistas’ y otras de ese tipo son el resultado directo de ese incumplimiento, del abandono del Estado, de la extradición de quienes debíamos velar por la reincorporación de los excombatientes”, agregó Mancuso, en la emisora.

Para darse a entender, puso las cosas en otros términos con los que señala que la acción de Uribe propició el surgimiento de las actuales estructuras criminales. “Se lo digo de otra manera: ‘Otoniel’ [Dairo Antonio Úsuga], que fue extraditado, o ‘Chiquito malo’ [Jobanis de Jesús Ávila Villadiego] y otros actuales comandantes de esas organizaciones fueron comandantes subalternos míos o de otros excomandantes que hoy siguen compareciendo ante Justicia y Paz o han sido extraditados”.

“Entonces ellos, los que hoy están en armas, qué ven: ven a sus antiguos mandos en procesos judiciales eternos, privados de la libertad, sin condenas en firme, sin penas extinguidas ni garantías procesales, extraditados, perseguidos políticamente, al igual que nuestros familiares y amigos”, advirtió Mancuso en Caracol Radio, con lo cual allana el posible terreno para su participación en el proceso de paz que plantea Petro.

Hasta este jueves por la mañana el expresidente Uribe no se había pronunciado sobre las declaraciones de Mancuso. La que sí lo hizo fue su escudera la senadora Paloma Valencia, que define de otra forma el “entrampamiento” al que se refiere Mancuso: